A pesar de que fui herida, en el tiempo y espacio que he tenido desde que tengo el corazón roto, sé que mi presente y futuro es definitivamente más brillante, tranquilo y más sano sin él.

Entonces, desde la claridad que he ganado en el último año, luego de haber evitado el contacto con él en mi teléfono, redes sociales y mi vida, pienso que podría compartir con ustedes las 10 lecciones, que sólo he podido aprender teniendo mi corazón roto.

Ojalá que estas lecciones les den valor a todas aquellas que aún luchan contra el fantasma de sus ex, especialmente en lo que se refiere a evitar el contacto con él.

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1. Las primeras impresiones son todo

Esas banderitas rojas que se agitan tan sutilmente en señal de advertencia el primer día, verás como se convierten en signo Pare para el día 100. Te lo prometo. Mi ex me plantó en nuestra primera cita. Por supuesto que tenía una excusa brillante… pero si hubiese tomado eso como una señal para alejarme de inmediato, quizás me habría ahorrado ocho largos años de sufrimiento.

2. Como son en la vida: como son en el amor

Mi ex era inmaduro, trancado emocionalmente, cuadrado e incapaz de comprometerse con LO QUE FUERA. Cambiaba de trabajos, como cambiaba de ropa interior. Si no se podía comprometer con su carrera o su trabajo, ¿Por qué demonios pensaba que se podría comprometer conmigo?

3. La química no debe y no puede pesar más que el carácter

¿Qué quiero decir con esto? Con mi ex, la química llenaba toda la casa. Tanto así que cuando nos besábamos salían rayos y arcoíris, los que en realidad ocultaban la realidad. La química te puede llevar muy lejos, pero es como si alguien te diera una caja envuelta con el papel de regalo más lindo y un lazo precioso, pero cuando la abres, está vacía. No importa lo bonita que se vea la caja por fuera, si en el interior no hay absolutamente nada.

4. A veces simplemente necesitamos tener experiencia con chicos tóxicos

¿Por qué? Porque usualmente sólo después de ser tratadas muy mal, es que aprendemos cómo dejar de permitir que nos traten así. Que aprendemos a poner límites. Que aprendemos a amarnos tanto a nosotras mismas, como para quedarnos con alguien que no lo hace.

A veces necesitamos esa patada en los pantalones para llevarnos al próximo y mejor capítulo de nuestras vidas, un capítulo en el que nunca vamos a conformarnos con alguien que nos haga sentir miserables.

5. Cuando le pides a Dios que saque de tu vida a cualquiera que no pertenezca a ella, debes estar preparada para que lo haga.


Pero he descubierto a lo largo de 8 años que no puedes rezar por esto si aún te aferras a la idea de la persona. Tienes que realmente sentirlo y pedirlo en serio. Es sólo cuando estamos realmente listas para dejar ir lo que Dios puso en nuestro camino y lo volvió a quitar. ¿Por qué? Porque a veces tenemos que sentir el peso de la carga (como una relación muerta) para ganar una completa comprensión de lo que la libertad de entregarse a Dios se siente, como cuando por fin dejamos que se vaya la carga.

6. Puedes hacer todo bien, y aún así, terminar en el lugar equivocado con la persona equivocada.

Así es la vida. Cuando estaba con mi ex, yo nunca me había sentido tan orgullosa de cómo había manejado la relación. No era pegote, ni necesitada. No hice demandas, lloriqueos, ni pucheros para manipular o caer en cualquier patrón negativo que son tan fáciles de caer cuando estamos en una relación con alguien tóxico.

Era abierta y vulnerable e invitaba a Dios a mi relación. Rezaba por mi ex constantemente e incluso, le consulté a Dios en cada paso. No porque sea perfecta, ni mucho menos. Sino porque, quería con todo mi corazón que la relación funcionara. Pero sólo una persona luchando por la relación nunca será suficiente. Eventualmente te hundirás bajo el peso emocional de luchar solo.

Y nunca va a funcionar, sin importar lo duro que luches, porque él era la persona equivocada. Tú puedes ser la persona correcta todo el día, pero si estás con el equivocado, nada que puedas hacer salvará la relación.

Estoy agradecida de la experiencia, sin embargo, independiente de la forma en que resultó. Me enseñó sobre el tipo de persona que quiero ser en una relación y me enseñó que soy capaz de ser esa persona.

7. El amor no es ciego

El amor ve tus defectos e imperfecciones y te ama de todos modos. Y el amor nunca, jamás va a usar eso en contra tuya o las citará como razones para no estar contigo.

El amor está demasiado ocupado queriendo todo lo que eres, como para detenerse en los defectos.

El amor reconoce que todos estamos un poco quebrantados por experiencias pasadas y golpes de la vida y eso, no hace que seamos menos dignos de ser amados.
De hecho, me atrevería a decir que, siendo como somos y pasando por todas esas crisis, si aún creemos en el amor, eso nos hace aún más valientes.

8. Una persona que realmente te ama, siempre se aparecerá para ti

El amor, como la Biblia dice, cubre una multitud de pecados. No duda o se detiene en la orilla, salta para encontrarte justo donde estás. Y luego atraviesa contra viento y marea, y se niega a irse sólo porque las cosas sean un poco inciertas, tormentosas o inestables. Nunca tendrás que cansarte de perseguir el amor, manipular el amor, forzar el amor, rogar por amor o incluso, pedir amor. El amor será el primero en tu puerta y el último en irse. EL AMOR APARECE.

9. Cuando se acabó, se acabó

Deja que se acabe. Deja de intentar resucitarlo. Deja de discutir con Dios sobre por qué aún deberías tenerlo. Deja de preocuparte sobre qué fue mal, o torturarte sobre qué pudiste hacer diferente o mejor.

No hay nada que podrías haber hecho mejor o diferente. No puedes convertir lo incorrecto en correcto, no importa cuánto te esfuerces. Toma un respiro profundo y déjalo ir.

Llora. Date el tiempo y espacio de sentir la pérdida. La aceptación y permitirte llorar al final son la clave aquí. La relación importaba. Tus sentimientos por el otro eran reales e importaban. Tu corazón roto es real e importa. Pero sigue terminado. Déjalo ir.

Y cuando estés lista, verdaderamente lista…inténtalo una vez más con alguien nuevo.

No permitas que la pérdida de una relación o un corazón roto te detengan de intentar de nuevo. El amor vale el riesgo.

10. Eres más fuerte de lo que crees

Puedes y vas a sobrevivir el término de esta relación. Y no sólo sobrevivirás, serás mejor, más fuerte y más fabulosa por ello (Incluso si no lo puedes ver ahora).

¡Siéntanse libres de comentar o agregar la lección que ustedes quieran!

Mandy Hale

Traducción Margarita Lira

thesinglewoman.net