1. Te tomas selfies en lugares públicos sin ser vista: Elevadores, playas, monumentos históricos y más, son sólo algunos de ellos.
2. Elegir un filtro te toma una hora (literalmente): ¿Valencia o Rise? ¡Difícil decisión!
3. Le pides a tus amig@s y a tu novio; ideas para poner en el pie de foto: Entre más #hashtags tengas mejor…
4. Usas la comida como ‘adorno’: Y no sólo eso, has pedido en varios restaurantes el postre más fancy y antojable para lograr la mejor foto.
5. Borras más de cincuenta fotos y te quedas sólo con una: Diferentes ángulos, un mismo lugar. ¡Estamos seguras que te suena conocido!
6. Buscas el ángulo perfecto para que tu accesorio nuevo sea el protagonista de tu selfie: Sí. Hablamos de lentes, phone cases, flores y hasta barnices. Entre más color, mejor.
7. Confiésalo, te has parado en medio de la calle sólo para tomarte una foto: Sin importar lo peligroso que esto puede llegar a ser.
8. Usas varias photo editing apps: Antes de publicar tus fotos y además del filtro en Instagram, arreglas pequeños detalles como la luz, el color y la intensidad.
9. Borras tus fotos si no tienen los likes que esperas: Y posteas otra para conseguir un número record.
10. Una de tus fotos más populares es en la que apareces con tu mascota: Tu perro o gato son los protagonistas en tu cuenta y los has usado en más de una ocasión para subir followers y tener muchos likes.
Foto y fuente: cosmoenespañol
