De niña siempre soñaba que, como en Blancanieves, tiernos animalitos se acercaran a mi sin temor.

Sin embargo y con mucho pesar, cuando creces te das cuenta que no es así y que los animales son mucho más temerosos de lo que crees, debido a su instinto de supervivencia y a todas las amenazas que han sufrido.

Buscando plasmar la belleza de estos zorros, la fotógrafo alemana Roeselien Raimond, explica lo que ha conocido de ellos y cómo la mejor manera de obtener buenas fotografías es manteniendo una cierta distancia que no los espante.

Los animales son mucho más fotogénicos que las personas, lo importante es plasmar el momento adecuado. Hablando de eso, hasta los gatitos más tiernos pierden su lugar si se comparan con la majestuosidad, belleza y elegancia de los zorros.

Dicen por ahí que son precisamente estos animales aquellos que tienen mucho que enseñarnos acerca de cómo disfrutar la vida tal como viene y ser feliz sin importar las circunstancias.

Roeselien Raimond, quien quería demostrar que los zorros conocen muy bien el arte de encontrar la belleza en las cosas pequeñas de la existencia.

“Los animales más bellos y también los más felíces“- dice Roeselien.

”Me encanta cuando están en completa libertad y no los afecta ni el dolor, ni el miedo, el frio o el hambre“.

“Loz zorros son animales únicos que disfrutan de su singularidad”.

”Claro que deben comer, pero una vez que la liebre ha sido atrapada, el territorio asegurado y las crías alimentadas siempre hay tiempo para relajarse y disfrutar“.

”En ocasiones los zorros se sumergen por completo en sí mismos, como si estuviesen concentrados en algo. No necesitan del yoga, ni de cursos de meditación, porque es precisamente esa su naturaleza“.

“Olfatean el aire fresco, sienten el calor del sol en su pelaje, cierran los ojos y ahí está, la verdadera vida. Parece tan sencillo”.

“Cuando intentas fotografiarlos te encuentras con una contradicción: mientras más te esfuerces por lograrlo, más lejos estarás de tu objetivo“.

”Si estás tensionado el animal lo notará y se mantendrá alejado. Ellos saben que quieres algo de ellos y eso te hace una amenaza potencial”.

“Pero si aprendes a tomar las cosas como son, y empiezas a disfrutar de la belleza de la naturaleza que te rodea, quién sabe lo que puede pasar”.

”¿Y si no sucede nada? Pues, no es nada, has pasado un buen día igual“.

”He aprendido cosas de los zorros“.

“El arte de estar aquí y ahora, esperando lo que vendrá”.

”Y al mismo tiempo no olvidar disfrutar del aire fresco y el calor del sol que calienta la piel”.

Por Margarita Lira

Fotos: genial.guru