You are currently viewing Accidentes sexuales increíbles, pero reales

Los accidentes sexuales son una realidad. Fracturas y roturas de pene, desgarros vaginales y anales provocados por diferentes objetos -entre ellos, lacas, desodorantes y otros aerosoles-miembros “crujidos” por el uso de anillos, infecciones provocadas por la mala utilización de productos de higiene íntima e incluso daños de tipo “compresivo”, motivados por el consumo de medicamentos para favorecer la erección… parecen más propios del cine X o de una comedia americana, pero ocurren en la vida real.

Los desgarros graves están entre los accidentes sexuales

“Cuando hay una práctica sexual muy violenta o se recurre a ciertos juguetes eróticos y objetos -como bombillas e incluso botellas- se produce un vacío y ocurren fisuras anales o vaginales, que en ocasiones dificultan que el material en cuestión pueda ser extraído, lo que podría generar desgarros graves”, advierte el psicólogo clínico Miguel Ángel Cueto, secretario general de la Federación Española de Sociedades de Sexología y director de CEPTECO.

La realidad supera la ficción

Estas situaciones son más bien “excepcionales”, pero en ningún caso son solo “historias ficticias”. Y es que, al igual que el mujeriego de Schmidt en la popular serie americana ‘New Girl’, también hay casos reales de hombres que han acabado con el pene escayolado tras mantener una práctica sexual de riesgo. “En muchos casos la realidad supera a la ficción”, afirma un doctor de urgencias de Zaragoza que en una ocasión tuvo que asistir a un hombre que acabó en el quirófano con una manzana atrapada en el recto. “Hay algún paciente al que la propia manera de introducir el pene en la vagina le ha desencadenado una rotura de pene y tuve casos en los que hubo que operar”, relata, por su parte, el doctor Cueto.

Accidentes sexuales más “inusuales”

Los accidentes sexuales más “inusuales”, aquellos que guardan relación con el uso de objetos de cristal o de gran tamaño, suelen están relacionados -en palabras de este especialista- con situaciones en las que “uno no tiene cierto sentido de la lógica”. Así pues, los sexólogos insisten en que de hacerse las cosas “con precaución” y “consenso”, no tiene por qué ocurrir ningún accidente sexual en la práctica. “Lo normal es que en estos casos, cuando existe un juego erótico entre dos, sea consensuado, seguro y sensato. No obstante, este tipo de prácticas las trabajamos cuando la persona ha perdido el control, bien por recurrir al alcohol o a algún otro tipo de drogas”, explica Cueto.

Los accidentes sexuales y el consumo de drogas

Esta es una de las cuestiones que más preocupan a los especialistas, pues el consumo de cocaína y otras drogas provoca una “desinhibición” de la propia conducta, pudiendo infligir un gran daño o asfixias a la otra persona, que en los casos más graves puede conllevar la muerte.

Las drogas y el límite del dolor

“Cuando alguien necesita una gran estimulación, tanto para generar violencia, como para recibir en relación con el orgasmo, lo más habitual en estos casos es que las drogas estén presentes y eso supone un elemento muy negativo porque se desconoce el límite del dolor“, subraya este psicólogo clínico que atiende en consulta casos “complicados” en los que hay que “intentar modificar esa conducta” haciendo un análisis funcional del paciente, de sus fantasías y de sus emociones. Todo se trata de evitar accidentes sexuales.

Fuente: heraldo