Les ha pasado que a veces tienen la sensación que todo está resultando tan bien que de seguro algo lo arruinará.  O que la están  pasando de lo mejor y de pronto ¡paf! Se sienten culpables.

Pues a mi me esta pasando algo así. Tengo al sensación de que no merezco lo bueno que está pasando, me siento culpable de ser feliz. ¡Qué cosa más tonta!

Las mujeres por lo general somos culposas, muchas veces dejamos de disfrutar momentos agradables porque nos acordamos de cualquier cosa que no hicimos o que hicimos mal o que tenemos que llegar pronto para hacer algo.

Por ejemplo, los domingos usualmente salimos por allí a pasarla bien en familia y cuando estamos de lo mejor, me acuerdo que tengo que volver a casa a preparar el uniforme del colegio que no dejé listo antes de salir, que tengo que hacer el almuerzo para el día siguiente o que tengo que enviar un documento que olvidé enviar el viernes en la tarde. Y en ese momento me siento culpable de estar pasándola bien. Soy especialista en echarme a perder los buenos momentos. Pero ¿Por qué boicoteamos la felicidad?

La culpa es el gran generador de infelicidad, nos hace esperar un castigo por alguna falta que creemos haber cometido para así sentir alivio. Esto es algo aprendido, nos enseñaron que sufrir es sinónimo de santidad, que para cualquier falta a una responsabilidad o a un código social, debemos ser castigados y no merecemos ser completamente felices.

Yo creo firmemente que buscar la felicidad debe ser el motor que nos mueva como seres humanos y obviamente que en su búsqueda debemos hacernos responsables de nuestros actos para poder llegar a una armonía.

No debemos poner nuestra felicidad por sobre los problemas cotidianos hay que entender que la felicidad es un estado cambiante, nadie es 100% feliz el 100% del tiempo. Hay que buscar la calma y seguir adelante, sin culpas. Culparse es postergarse y no necesariamente se aprende desde la culpa sino desde el reconocer el error y tener la voluntad de enmendarlo.

Hay que creer que uno merece ser feliz.

La mayoría de la gente cree que será feliz en un futuro lejano, otras que lo serán en la vida eterna prometida, pero somos personas que viven el ahora por eso hay que disfrutar los momentos lindos con nosotros mismos y con las personas que amamos.

Hay mucho que disfrutar cada día y está bien sentirse bien. Tenemos que aprender a relajarnos, a divertirnos, a disfrutar sin culpas.

Había un comercial que decía “Por qué yo me lo merezco” ¿se acuerdan? Eso es lo que siempre debemos pensar.

Tenemos derecho a ser felices, para eso damos lo mejor cada día, no desaprovechemos esos momentos, esos gestos, esas sorpresas. Vivamos el presente con una sonrisa.

Por eso desde ahora, cuando esté con mi familia, con mis amigas o simplemente tomándome un tecito pensaré positivamente y disfrutaré el momento sin culpas.

“Alejandra Gaete, mujer en constante cambio, aprendiendo y disfrutando de las cosas simples de la vida. Madre, compañera y amiga”  @Ale_MalaDelAlma