You are currently viewing “Ángela”, la triste historia de la niña mexicana que nos rompió el corazón

Hace un poco más de un año (el pasado 3 de marzo), se conocía una historia que terminaría conmoviendo al mundo entero. Con una chaquetita roja, un pantalón de jeans, un gorro y una mochila con dos mudas, fue encontrado el cuerpo de una niña que ni siquiera tenía más de dos años según la investigación de los forenses. Hasta ese momento no se tenía más información sobre la dulce pequeña que fue hallada dentro de una maleta en Juárez, pero hoy esta triste noticia tiene las respuestas que todos buscaron por mucho tiempo: se confirmó que es una completa desconocida.

No solo lo mexicanos están de duelo por ella, varios países publicaron muestras de solidaridad después de conocer este horrible suceso de la niña desconocida: nunca se supo su verdadero nombre, procedencia o quienes eran sus familiares. Para tratarla como el ser humano que fue, la llamaron Ángela.

Hoy a un año de su descubrimiento, la justicia mexicana decidió terminar con la búsqueda de algún familiar que la reconociera porque nadie fue a reclamar su cuerpo. Finalmente la enteraron y bajo su epitafio escribieron “Ángela, la pureza de tu alma perdurará por siempre. Descansa en Paz”.

¿Qué se descubrió con la investigación?

Tomó mucho tiempo descubrir lo que más se pudo sobre ella, fue una misión ardua y el trabajo involucrado implicó que la verdad saliera a la luz. Paso a paso fueron armando la historia y descubrieron lo siguiente: las ropas de Ángela llamaron la atención de los investigadores porque habían detalles significativos que ayudarían a finalizar la investigación. Ella tenía una chaqueta de buena calidad, lo que hizo pensar a la policía mexicana que no se trataba de una pequeña que viviera en la calle, quizás tenía padres y vivía en un buen hogar. También se le encontró una pulsera de hilos en su muñeca, que sirvió como detalle para identificarla y así encontrar a su familia, pero nadie fue por ella.

Lo más terrible de todo son los siguientes hechos: nadie vio quién la dejó en el lugar, tenía bajo peso y existían señales que indicaban una cruda realidad. La pequeña Ángela estaba desnutrida, presentaba signos de abuso sexual y fue desnucada por alguien. Se ordenó enviar datos de su ADN además de fotografías de su cara a distintas morgues y embajadas del país, la idea era compartir todo lo que se conociera para que estuvieran al tanto. Como nadie se acercó a reclamar su cuerpo, se llegó a pensar que sus padres también estaban muertos.

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Fuente: El Universal.

La única persona que se acercó a ella fue el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Édgar Elías Azar, quien de cierta forma “apadrinó” a la menor tras su muerte. Él exigió que el cuerpo de la menor permaneciera en el Instituto de Ciencias Forenses de Ciudad de México todo el tiempo, así se haría lo que fuese necesario para encontrar a alguien que diera más información sobre su identidad (para evitar que la enterraran en una fosa común). Al final se realizó una ceremonia en la que estuvo presente personal forense, autoridades de la ciudad y medios de comunicación. Ahora sus restos se encuentran en el panteón Parque Memorial en Naucalpan de Juárez, Estado de México.

Al final su padrino Édgar Elías Azar, hizo una triste declaración y no podemos dejar de entristecernos: “A Ángela no la buscaremos en una urna o un cementerio. Representa a muchos niños y jóvenes violentados que no tienen suerte al venir al mundo y que éste se hace hostil para ellos. Ángela ha estado muy sola y hemos tratado de procurarle un cobijo póstumo, que tal vez no tuvo en vida”.

Por: Catalina Grez M.

Imagen: El Universal.