You are currently viewing Lo que pasó en el concierto de Ariana Grande nos duele a todos

El lunes 22 de mayo todo parecía normal alrededor de la Arena de Manchester, en Inglaterra. Todo estaba listo para recibir a las miles de personas que esperaban ansiosas el concierto de Ariana Grande.

La cantante de 23 años dejó el alma en el escenario, como lo hace en cada concierto, y sus fans se preparaban para volver a casa cuando un ataque terrorista cambió este escenario de alegría y felicidad alrededor de la música en uno de horror y desesperanza.

22 personas murieron tras la explosión, incluyendo a una pequeñita de 8 años. 59 más resultaron heridos, todos fans o familiares de los fans, de Ariana Grande, entre los que se cuentan innumerables adolescentes.

A las 22:33 hora local, el concierto se transformó en un cuento de terror al explotar una bomba a la entrada del recinto. Independientemente de quién haya sido culpable, este ataque fue no sólo contra los ingleses, no sólo contra los fans de Ariana Grande, sino contra toda la humanidad.

Una bomba explotó en un concierto, un concierto en el que pudimos haber estado cualquiera de nosotras, cualquiera de nuestros hijos, cualquiera de nuestros sobrinos, en cualquier lugar del mundo.

Los periódicos sacan listas de nombres de adolescentes, de niños, de papás desesperados, de familiares al borde de un ataque de nervios, al no saber si la gente que aman se recuperará pronto.

En el Palacio de Buckingham se guardó un minuto de silencio a las 16:00 horas, pero el mundo entero deberíamos estar en silencio. Este ataque fue hacia todos…

La Primer Ministro de Inglaterra declaró que esto fue un ataque terrorista despiadado que usó como target a gente joven e indefensa. Éste ha sido el peor ataque terrorista dentro de suelo británico desde los atentados del 7 de julio de 2005 en el que murieron 52 personas a causa de 4 ataques suicidas.

Los responsables parecen ser del Estado Islámico, pero esta información aún no está confirmada. Éste sería un ataque más de los producidos contra espectáculos o eventos de entretenimiento, como los que empezaron en Paris en noviembre del año pasado.

Sin embargo, atentar contra los fans de Ariana Grande puede tener una implicación aún mayor. En el portal The Atlantic se habla de un ataque de género, un ataque contra la libertad femenina que Ariana representa y por la que lucha  a través de su música.

Este ataque puede ir más allá de gente vulnerable y estar atacando directamente al género femenino que aspira a alcanzar los ideales que Ariana promueve.

Ariana Grande resultó ilesa, pero dijo estar “rota por dentro”.

Y rotos nos sentimos todos, los que amamos la música y los que no, los que somos fans de Ariana Grande y los que no… Porque este ataque no es ni más ni menos grande que cualquiera de los otros ataques que ha sufrido Europa en los últimos años, ni más ni menos grande que los ataques que ha sufrido cualquier país en el mundo, pero sí es un ataque más, una muestra de intolerancia más, una llamada de atención más.

Seamos mejores humanos, todos, en la medida de nuestras posibilidades. Enseñemos a nuestros hijos a ser mejores humanos, a ser buenas personas, a ayudar al otro, a ser tolerantes y respetuosos, a aceptar las diferencias, a dar la mano y no poner el pie.

Es nuestra única esperanza para que las próximas generaciones no tengan que vivir conciertos del terror.