You are currently viewing Baja el volumen de tu música para prevenir el daño acústico

Sin importar el tipo de audífono que utilices o la clase de música que escuches, la pérdida de audición solo es controlable a través de la disminución de la intensidad con la que la escuchas.

El volumen de la música que escuchamos, puede convertirse en una severa enfermedad si  no lo moderamos. Las personas buscan desconectarse, acompañarse de un sonido o realizar deportes, a veces sin medir la intensidad con la que la escuchan. Esto puede desencadenar  hipoacusia o pérdida de audición, que puede resultar una patología crónica con el paso del tiempo.

Con la idea de dar a conocer las consecuencias del uso desmedido del volumen al escuchar música, el otorrinolaringólogo de Clínica Vespucio Dr. José Pinto se refiere a las características de los traumas auditivos y menciona cómo se pueden prevenir.

El decibel como unidad para medir el sonido ayuda como indicador, “una conversación normal va de los 40 a 60 decibeles. Sobre los 70 decibeles se produce trauma acústico, y estar expuesto de manera prolongada a cualquier ruido que supere los 85 decibeles puede causar la pérdida gradual de la audición”, afirma el especialista.

Al escuchar música a volumen alto, “sobre los 85 decibeles se genera la muerte de las células ciliadas del oído interno a causa de un exceso de ruido. El sonido provoca que estas células se sacudan, destruyéndolas, sin que sea posible recuperarlas. Esta pérdida de audición es acumulativa en el tiempo y las complicaciones más severas se producen con el paso de los años”, detalla.

Según comenta el Dr. Pinto, “el deterioro en la audición no está relacionado con el tipo de audífonos que se utilice (si se introducen en el oído o van sobrepuestos) sino que es proporcional a la intensidad del volumen que se escucha.  A la vez, señala que la disminución en la audición, tampoco depende del tipo de música que se escuche, ni con el tipo de fuente (audífonos o parlantes), sino que se relaciona con el nivel sonoro alcanzado”, aclara.

Otro lugar donde la música fuerte puede generar deterioros a la salud auditiva, es en los gimnasios. Muchas personas se preparan para recibir en buena forma los meses más cálidos, y el aumento del volumen en estos recintos con espacios cerrados parece estimularlos a ejercitarse.

“No se recomienda escuchar música a volumen muy alto y hacer deporte. Si la actividad física supera las dos horas diarias, el daño podría ser aún más fuerte”, subraya.

Muchos jóvenes incluso, duermen con los audífonos puestos con lo que el daño se produce mientras están durmiendo. “De hecho existen efectos extra-auditivos de la exposición al ruido, afectando el sueño y el rendimiento”, comenta.

A juicio del otorrinolaringólogo de Clínica Vespucio, simples consejos pueden evitar que el daño auditivo por escuchar música en un volumen excesivo, se acentúe:

-No suba el volumen de sus audífonos al punto de bloquear por completo los sonidos exteriores.

-Intente mantener una distancia de tres metros con los parlantes que emiten el sonido al estar en un recinto cerrado.

-Disminuya la cantidad de tiempo en entornos ruidosos y también el tiempo en el que utiliza sus audífonos.

-Una forma de identificar que su volumen es muy alto al usar audífonos, es si una persona ubicada cerca de usted puede escuchar la música que emiten.

Será estrictamente necesario consultar con un especialista, si Ud.:

-Tiene un zumbido o ensordecimiento de los oídos por más de 24 horas después de exponerse a música estridente.

-Le cuesta menos escuchar las voces de los hombres que de las mujeres.

-Las voces de otras personas le suenan mal o desarticuladas.