De acuerdo con Carlos Kam Chai Sánchez Ibarra, profesional certificado en Terapia de la risa de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, la risa, expresión emocional positiva, no sólo contribuyen a que una persona sea menos propensa a contraer enfermedades físicas y psicológicas, sino que además permite enfrentar más eficazmente las situaciones desagradables de la vida.
Estudios científicos, publicados en la revista Nature, han encontrado que la terapia de la risa contrarresta algunos efectos del estrés en la salud cardiovascular, relajando el tono vascular de las arterias y mejorando la presión sanguínea.
El maestro en psicoterapia existencial explicó que cuando una persona ríe a carcajadas, se ejercitan aproximadamente 400 músculos, entre ellos, algunos ubicados en el abdomen.
“Esta respuesta biológica, por lo general involuntaria, mejora cuatro veces la capacidad respiratoria, al tiempo que libera endorfinas y disminuye en un 39% la producción de cortisol y 70% la secreción de adrenalina; ambas hormonas asociadas al estrés”, abundó.
Carlos Kam Chai comentó que la terapia de la risa beneficia a todos; nos ayuda a disfrutar de la vida y a salir de las crisis con mayor facilidad, pero desafortunadamente, a medida que la gente crece, ríe menos. De acuerdo a sus cifras, un niño ríe en promedio, 300 veces al día, mientras que un adulto entre 15 y 100 veces.
Claramente algo hay en reírse, nos encanta, recordamos esos ataques de risa en la sala de clase del colegio donde había que aguantarse para que no nos retaran y era lo máximo!! ¿Ustedes sienten que han dejado de hacerlo? ¿Creen que se ríen menos con los años? ¿Porqué piensan que pasa esto?
