You are currently viewing El mar y su maravilloso efecto en nuestro cerebro

Seguro te encanta ir a la playa y disfrutar del mar. Sobretodo cuando hay más de 30 grados de calor, ¿quién no quisiera zambullirse en el mar? Pero los beneficios del mar son muchos más de los que imaginas y te contaremos por qué tienes que quererlo y respetarlo más que nunca.

Los beneficios del mar

Muchos poetas a lo largo de la historia han dedicado versos al mar. En el libro “Edad prohibida” dicen que el mar alegra a quien estaba alegre y entristece a quien ya estaba triste. La percepción del movimiento del mar puede tener una poderosa respuesta en nuestro cerebro.

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Potencia la creatividad

Cuando nos enfrentamos a demasiados estímulos generamos estrés. Esto no es nada bueno para nuestro bienestar. En las grandes ciudades nos enfrentamos a cientos de estímulos, entre la gente, las luces y los autos.

En cambio, cuando nos enfrentamos al mar tenemos pocos estímulos. Una gran masa de agua, algunas gaviotas alrededor y una que otra embarcación. Esta falta de estímulos hace que tengamos que poner a nuestro cerebro a trabajar imaginando. Este entorno hace que nuestro cerebro se preocupe de generar pensamientos novedosos. En cambio, con muchos estímulos hay que gastar recursos en mantener la atención.

Facilita la meditación

El mar estimula todos nuestros sentidos. Es extenso y azulado para nuestros ojos. Emite un rumor suave o más fuerte para nuestros oídos. El aroma mineral y de vida estimula el olfato. Sus colores calman la mente. Todo en conjunto potencia la aparición de ondas alfa en el cerebro. Estas son ondas propias del sueño, pero en este caso aparecen durante la vigilia. Ese es el estado que se alcanza durante la meditación y el que nos ayuda a desintoxicar la mente.

Contribuye a la relajación

Su movimiento, extensión y color contribuye a darnos un estado de descanso. Tanto al cerebro como a nuestro sistema nervioso. La sensación de infinito entre el mar y el cielo beneficia un estado de tranquilidad. Instintivamente sentimos confianza al mirarlo, porque al ser una extensión plana no tiene lugares ocultos. Lo sentimos también protector, porque de ahí viene la vida.

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Controla nuestros pensamientos

A veces solemos caer en el mismo pensamiento una y otra vez, sin llegar a ninguna conclusión. El mar ayuda a dejar ese ciclo. Esto porque es un lugar que guarda poca relación con nuestros entornos cotidianos. Es como una ruptura y eso nos saca de la rutina y eso nos desengancha de las ideas obsesivas.

Tiene un efecto hipnótico

La contemplación del mar nos adentra en un nuevo estado mental. Desde el punto de vista emocional ejerce una gran atracción y conduce a que el tiempo se relativice, por lo que podemos perdernos varias horas frente a él sin darnos cuenta.

El océano es una de las maravillas que nos ha entregado la naturaleza y los beneficios del mar son tantos y tan poderosos que de vez en cuando deberíamos ir a visitarlo.