Alguien me dijo que después de cumplir 30 todo se desacomoda… A mi el desacomodo me empezó desde los 25 (ya no bajo de peso igual de rápido, las crudas me duran días, me da gastritis, aprendí lo que es el reflujo, etc. etc.), pero sí ha habido un cambio radical en un aspecto en particular desde que cumplí 30.
¡Se me olvida TODO!
Y no estoy hablando de olvidos pequeños, como dónde dejas las llaves o si le diste de comer al perro… Se me están olvidando cosas graves, como de qué se trató la serie que vi AYER.
Bueno, en realidad no graves, sigo sabiendo cómo me llamo, dónde vivo y cómo se hace mi trabajo, pero sí siento una falla considerable en mi memoria.
Originalmente, culpé a la edad, un achaque más de esta vejez (ja!) inminente que me aqueja, pero cuando se empezó a volver constante y preocupante (yo antes era una Wikipedia andando, con fechas históricas y cumpleaños de mis sobrinos) empecé a investigar si no me estaría faltando un mineral o una vitamina o un algo que me ayudara a retener algo de la información que recibo.
Platicando con mi ginecóloga, me hizo darme cuenta de que mi problema puede deberse a algo muy simple y a la vez preocupante: deshidratación.
Analizando mis hábitos (que no siempre son los más saludables) caí en la cuenta de que en este último año he disminuido la cantidad de agua que había tomado toda mi vida (que de por sí no era mucha), eso, sumado a un montón de factores como el estrés y la falta de sueño, etc. etc. dan como resultado un cerebro deshidratado al que se le olvida todo.
Al platicarles esta historia no pretendo diagnosticar a nadie, sino compartirles esta experiencia que me hizo darme cuenta de algo que todas sabemos, pero pocas experimentamos: los estragos de la deshidratación.
2/3 partes de nuestro cuerpo son agua, así que sobra decir que es muy importante para mantener nuestra salud. Ahora, 75% de nuestro cerebro es agua, así que cuando no está bien hidratado, duele. Una ligera deshidratación resulta en un pequeño mareo o un dolor de cabeza que se pasa con una aspirina, pero una deshidratación más severa puede ocasionar pérdida de memoria e incluso enfermedades degenerativas más serias.
Además, el agua se encarga de transportar el oxígeno por todas nuestras células, incluidas las neuronas, que si no están bien hidratadas, no hacen las conexiones necesarias para que nosotras recordemos las cosas importantes.
Así que chicas, si están experimentando una pérdida ligera de memoria, y sienten que se les empiezan a olvidar ciertas cosas, antes de asustarse y sentirse más viejitas de lo que son, pregúntense si están consumiendo suficiente agua.
No te estás quedando sin memoria… Sólo estás deshidratada.
