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El agua es un elemento esencial para la vida, aunque la cantidad que debemos consumir depende mucho de nuestra edad, condición física y en el caso de las mujeres, si están o no embarazadas. Expertos nacionales e internacionales entregan consejos para consumir suficiente líquido en cada etapa de la vida y así asegurar una adecuada hidratación.

Llega el verano, aumenta el calor, la transpiración y con ello, la pérdida de agua en el organismo. El cuerpo necesita de líquido para poder sobrevivir y funcionar correctamente. De hecho, los humanos sólo pueden subsistir unos pocos días sin este nutriente esencial, lo que convierte a la hidratación en un tema fundamental para salud de las personas.

Pautas de hidratación para niños y adolescentes

–          Los niños tienen menor grosor de la piel -lo que facilita la eliminación de agua-, producen menos sudor y más calor en relación al peso corporal que los adultos. Esto los vuelve mucho más vulnerables a trastornos de temperatura y por lo tanto necesitan una mayor ingesta de líquido.

–          Un niño de 4 a 8 años debe beber en promedio unos 1,5 litros por día, mientras que un menor de 9 a 13 años es recomendable que beba hasta 2,4 litros diarios.

–          Lo ideal es que los menores se estén hidratando constantemente y no solo cuando tienen sed, ya que ése es el primer síntoma de deshidratación.

–          Los padres son los principales responsables de la hidratación de sus hijos y pueden recurrir a diferentes fuentes disponibles en el hogar para alcanzar la dosis diaria recomendada: sopas, jaleas, frutas, verduras, jugos y bebidas también son una fuente de hidratación y se pueden considerar como un complemento al agua pura.

–          Ventajas de una adecuada hidratación en esta etapa: estudios científicos han demostrado que una correcta ingesta diaria de líquidos ayudaría a escolares a mejorar su memoria y capacidad cognitiva.

Pautas de hidratación para embarazadas y nodrizas

–          Debido al aumento de volumen plasmático entre un 40-45 %, y a la retención de sodio y agua en las embarazadas, es necesario asegurar una ingesta de 2.5 a 3 litros diarios de líquido para garantizar un estado de hidratación óptimo.

–          En el caso de las nodrizas, aun cuando no se ha demostrado que el aumento del consumo de líquidos modifique la cantidad ni la calidad de leche producida, la recomendación de la National Academy of Sciences (NAS) es de 3 litros de lts. por día.

–          Embarazadas y nodrizas deben restringir el consumo de alcohol, ya que aún no se ha establecido una dosis segura y es muy difícil que se determine.

–          En cuanto al consumo de líquidos con cafeína, si una mujer ya está habituada a beberlos, puede mantener una ingesta moderada de estos bajo supervisión médica. Se sugiere respetar la recomendación del Ministerio de Salud: una taza y media de café diaria para embarazadas.

–          Ventajas de una adecuada hidratación en esta etapa: ayuda a mantener el aumento del volumen plasmático, favorece flujo sanguíneo y ganancia de peso fetal (por la transferencia de nutrientes), previene infecciones urinarias, la formación de cálculos, la deshidratación de gestantes con vómitos y mejora la pirosis (sensación de dolor o quemazón en el esófago).

Pautas de hidratación Adulto Mayor

–          Las personas mayores viven al límite de la hidratación y hay diversos factores que predisponen a esto: la disminución de la percepción de la sed, una menor cantidad de agua corporal, enfermedades crónicas y disminución de la capacidad de concentración de la orina.

–          La deshidratación es un problema importante que genera muchas hospitalizaciones, por lo cual se debe estar atento a síntomas de deshidratación como: sequedad de mucosas, constipación, la disminución del apetito, la agitación, la orina concentrada y la tolerancia al calor.

–          En esta etapa de la vida se recomienda al menos 1.500 cc diarios extra al agua proveniente de los alimentos.

–          Medidas preventivas que se pueden tomar para evitar la deshidratación en adultos mayores son: promover el consumo de frutas y jaleas, asegurar el acceso al agua, estimular y educar la ingesta de líquidos, evaluar medicamentos riesgosos e identificar anorexia.

–          Ventajas de una adecuada hidratación en esta etapa: Disminuye las infecciones urinarias y virales como la gripe o la influenza; mejora la digestión y previene el estreñimiento; lubrica las articulaciones y previene calambres; disminuye la producción de cálculos o piedras en el riñón.

*Fuente: nutricionista Rinat Ratner, directora de la Carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo.

*Fuente: Marcelo Blacutt, geriatra de Clínica Alemana.

*Fuente: Dr. José López Chicharro, especialista en medicina del deporte de la Universidad Complutense de Madrid y Dr. Francisco Moraga, Past President de la Sociedad Chilena de Pediatría.

Foto de: estetica360.com.ar