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El retorno de vacaciones puede transformarse en un tema traumático para muchos. Sin embargo, es importante considerar que si se toman ciertos resguardos, este no debe provocarnos estrés y a través de hábitos simples, es posible conseguir reiniciar los quehaceres diarios de mejor forma.

Con la idea de dar a conocer algunos consejos importantes para dejar de ver el término de las vacaciones como  un hecho negativo, el psicólogo de Clínica Vespucio Pablo González aporta prácticos conceptos que le ayudarán a retomar su día a día.

La vuelta a la cotidianeidad, se transforma en un conflicto “debido a las expectativas negativas que las personas se hacen en torno al trabajo, la carga académica o al enfrentarse a temas relacionados con responsabilidad que se deben realizar”, comenta el especialista.

El sueño por ejemplo, juega un rol muy importante ante las actividades que debemos enfrentar. Existe una serie de efectos psicológicos relacionados con la falta de sueño reparador asociados con el funcionamiento fino de nuestras funciones cognitivas. Si no se duerme bien,  “disminuye la capacidad para dirigir y sostener la atención, se dificulta la habilidad para manejar, se complica la posibilidad para llevar acabo análisis dinámicos y profundos de las situaciones y los problemas, entre otras”, señala.

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Según el psicólogo de Clínica Vespucio, algunas recomendaciones para asumir de mejor manera el día a día son:

-Antes de iniciar el período de descanso, sentar algunas de las bases sobre lo que se quiere hacer a vuelta de vacaciones para facilitar el reinicio de las tareas diarias.

-Dejar un par de días antes del regreso al trabajo o a los estudios para regular los ritmos biológicos que se han modificado en las vacaciones (sueño, comidas y descanso),  para poder acostumbrar paulatinamente el cuerpo y la mente a las nuevas estructuras.

-En el caso de los niños, para evitar que el retorno a clases se convierta en un hecho traumático, los protagonistas son los padres, quienes deben motivarlos, “tener un rol de disponibilidad en caso que detecten que algo no anda bien con sus hijos y a la vez asumir la labor de guías, pues son ellos quienes trasmitirán las cosas positivas que los esperan en sus nuevas actividades escolares”, asegura.

-Una vez de vuelta al día a día, intentar dar orden a las actividades que se realizarán, priorizarlas y organizar los horarios para su ejecución. No perder de vista que se deben respetar los horarios de alimentación y horas de sueño, los cuales varían dependiendo de cada persona, pero que son fundamentales para el logro efectivo de las metas. “Generar horarios y un cronograma de tareas puede ayudar siempre y cuando el cumplimiento de este plan no implique aumentar el estrés y la autopresión”, puntualiza.

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