Las dietas comienzan a asomar con fuerza durante esta temporada, sobre todo porque aumenta la temperatura y se va dejando atrás al invierno. Si bien existen muchas recetas para perder peso, la tendencia actual es seguir una dieta sana y equilibrada para mantener nuestro cuerpo y nuestra salud en forma. La dieta mediterránea se perfila como una buena opción, ya que es rica en alimentos saludables y nutritivos, y que tiene muchos beneficios para nuestra salud, según explica Daisy Ruiz, nutricionista de Clínica Ciudad del Mar.
Variada, accesible, rica y sobre todo muy saludable, la dieta mediterránea ha cautivado a muchas personas con su estilo, buen gusto y versatilidad. Atributos que van más allá de ser una pauta meramente dietética y que reflejan un contexto cultural y social, colmado de tradiciones, creencias locales, sabores e identidad familiar. De allí su transversalidad, ya que puede ser incluida en los hábitos alimenticios de niños, adolescentes y adultos sin contraindicaciones.
Daisy Ruiz, nutricionista de Clínica Ciudad del Mar, sostiene que el ritmo de vida actual nos hace olvidar la importancia de una buena alimentación y del ejercicio, elementos esenciales para mantener el equilibrio y sanidad de nuestro cuerpo. “Una alimentación adecuada es aquella que además de tener alimentos sanos, calma el apetito y se adapta a las necesidades de cada persona. En este sentido, la dieta mediterránea es una opción real que no sólo representa un régimen nutritivo, sino que contempla un estilo de vida”, manifiesta la nutricionista.
La dieta mediterránea sigue los patrones alimenticios de los países cuyas costas desembocan en el Mar Mediterráneo. Se caracteriza por ser un régimen rico en verduras y frutas frescas, legumbres, pescados, papas, cereales integrales y frutos secos; productos mínimamente procesados que aportan gran cantidad de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra.
El aceite de oliva ―uno de los pilares de esta dieta―es el símbolo más característico de las tradiciones culinarias de España, Italia, Grecia y Marruecos, presente en sus preparaciones, ya sea para untar el pan, freír, hornear y aderezar ensaladas, legumbres, carnes blancas y verduras. Es mundialmente reconocido por su gran valor nutricional y en nuestro país ha ganado fuerza con el paso de los años. “Este ingrediente posee ácidos grasos y antioxidantes que protegen la salud del corazón. Su consumo equilibrado es muy beneficioso para las personas, pues ayuda a combatir enfermedades como la diabetes, obesidad e hipertensión, entre otras”, señala Daisy Ruiz.
En esta misma línea, las especias y los condimentos son otros de los secretos de esta pauta, transformándose en una alternativa saludable al uso de la sal. El consumo regular de pescados, huevos y pollo, es otra fuente importante de proteínas y de ácido grasos, omega 3 y 6.
“Una buena alimentación siempre debe estar complementada con deporte o ejercicio físico dos a tres veces por semana. De esta manera se complementan y permiten equilibrar la actividad y armonía del cuerpo”, expresa la nutricionista.
La dieta “Patrimonio de la Humanidad”
El año 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, inscribió a la Dieta Mediterránea en el listado de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pues reconoce que busca su protección y difusión a la población dado los importantes beneficios en la salud en quienes comparten este estilo de vida que se ha popularizado por todo el mundo.
De este modo, el régimen mencionado ha sido inspiración para muchas otras dietas que buscan educar a las personas respecto a cómo debe ser una buena alimentación, más allá de sólo preocuparse por bajar los kilos que están de sobra.
“La dieta mediterránea ayuda a las personas para que mantengan una buena salud. Es una dieta que representa un estilo de vida que combina ingredientes y recetas con una actividad física activa, haciéndola llamativa a los ojos de la gente, ya que además de buscar verse bien, quiere sentirse bien”, puntualiza Daisy Ruiz, nutricionista de Clínica Ciudad del Mar.
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