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Libre

El “Chipe Libre”: ¿sólo para valientes? Con motivo de la nueva teleserie nocturna de Canal 13, el “Chipe Libre” se ha vuelto a convertir en tema de discusión. Y claro, ¿a quién no le ha pasado? El desgaste en la pareja es una situación con la que todos se enfrentan tarde o temprano, y si bien a simple vista puede parecer una alternativa tentadora, reviste una complejidad que no puede ser dejada de lado.

Por definición, el “chipe libre” se refiere a un momento en el que se actúa con total libertad respecto de una situación particular. Llevado al ámbito de pareja, se entiende como un espacio de tiempo en el que ambas partes acuerdan liberar al otro de sus responsabilidades y compromisos, entregando un free pass para hacer las cosas que, en el contexto de una relación, están prohibidas o al menos mal vistas.

El tema de fondo es, ¿le hace bien a una pareja el tener un “chipe Libre”? La duda surge a la hora de pensar si es posible tener un espacio de libertad como este y volver a confiar en la pareja después. ¿Y qué pasa si no vuelve? ¿Si el quiebre es definitivo? La parte interesante es la pregunta que plantea Luis Gnecco en su personaje de terapeuta: ¿Y después? Definitivamente, hay que tener ciertas consideraciones al respecto.

Primero que todo, hay que tener muy claro el propósito de un acuerdo mutuo de libertad, que finalmente es poner a prueba el amor entre la pareja. Es importante plantearse si es que la pareja podría sobrevivir a una prueba que, en definitiva, someterá a la relación a un montón de dudas que posiblemente no tendrán respuesta. Ojo: el “chipe libre” no debe ser entendido como una excusa concreta para la infidelidad, sino que más bien debe vivirse como un momento para dimensionar qué tan fuerte es la relación, revitalizarla y volver a una relación más sólida… o simplemente no volver.

Terminado el tiempo acordado, es importante entender el proceso que viene y cómo enfrentarlo para que valga la pena el esfuerzo realizado. De acuerdo a Antonio Godoy, psicólogo clínico de la Universidad Andrés Bello, señala que uno nunca sabe que va a pasar después de un chipe libre, ya que se supone que este break va a revitalizar la relación, pero jamás se va a transformar en un cambio permanente. Además, agrega que un acuerdo de este tipo puede traer desconfianza, ya que si una vez nos aburrimos, podemos hacerlo de nuevo; también, podemos quedar recelosos de “qué” hizo el otro y “con quién” lo hizo, dejando a uno o ambos resentidos.

Argumentos a favor y en contra hay de sobra. Tomarse un tiempo de separación es una situación de altísimo riesgo, y que en caso de hacerlo, requerirá de altos índices de confianza, madurez, comunicación previa, y por supuesto, sin quejarse a la vuelta.  Según Godoy, la forma más sana de retomar la relación es hacerlo con ayuda profesional, ya que es necesario en estos casos volver a revisar que es lo que quieren de la relación y del otro, y también entender que es lo que nunca van a tener en ésta. Por esto, independiente que parezca una buena alternativa para revivir el amor de pareja, debe ser evaluado con responsabilidad y decisión.

¿Qué opinas tú? ¿Crees que serías capaz de enfrentarlo?

 

Por: Fundación eNpareja

Conoce esta preciosa iniciativa: una fundación que nace de la experiencia personal y profesional de sus fundadores, que se proponen visibilizar a la pareja como un sistema humano transformador e influyente, situado al mismo nivel que el individuo o la familia.

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