¿Te imaginas al útero expandiéndose 1,000 veces más de su tamaño normal? Si crees que es algo imposible, estás equivocada. Es lo que le pasa a tu útero cuando estás embarazada: crece mucho para darle espacio a tu guagua. La naturaleza es maravillosa, pero no hay que negar que con sus maravillas trae a veces sus incomodidades. Me refiero en especial al dolor de espalda durante el embarazo.  Al crecer de esa manera, el útero y el peso de tu hijo ponen una sobrecarga sobre la parte que sostiene todo tu cuerpo: la espalda.

Es normal que muchas mujeres tengan molestias o dolor en la espalda mientras están embarazadas. Por eso, si lo tienes, no estás sola. Se estima que entre el 50% y el 70% de las mujeres embarazadas padecen de dolor en la espalda durante la “dulce espera”.  Pero más allá de que sea algo común, seguro te preguntarás a qué se debe. Pues bien, aquí te explico algunas de las causas del dolor de espalda durante el embarazo:

  • Tu guagua crece todos los días y eso hace que tengas peso adicional en tu guatita, por lo que tu espalda tendrá que soportar cada vez más peso.
  • Tu centro de gravedad se irá moviendo hacia adelante a medida que crece tu panza, lo cual afecta tu postura en general.
  • Durante el embarazo, se liberan ciertas hormonas que permiten que tus articulaciones (coyunturas) y tus ligamentos se ablanden para prepararse para el parto. Esto hace que tu espalda pierda un poco de la ‘ayuda’ que siempre recibe para cargar el peso del cuerpo.
  • La postura: sentarse mal o estar demasiado tiempo de pie puede causarte dolor en la espalda. El agacharte hacia adelante también puede hacerlo.
  • El estrés siempre encuentra un lugarcito en la espalda para manifestarse.

Ahora que ya sabes las causas, estarás interesada en conocer qué puedes hacer para aliviar el dolor de espalda ¿verdad? Pues acá también te doy unos consejos útiles para que este dolor no opaque la alegría de tu embarazo:

  • Mejora tu postura: mantén tus hombros relajados y hacia abajo, el pecho hacia fuera, la espalda alta y derecha.
  • Duerme de lado con una o ambas piernas flexionadas (dobladas). Es ideal ponerse una almohada entre las piernas.
  • Cuando tengas que levantar o recoger algo del piso, hazlo correctamente. Haz una sentadilla y levanta con tus piernas. No te inclines estando de pie.
  • No uses zapatos incómodos, de tacón o que no tengan buen soporte para el arco del pie.
  • Un masaje prenatal puede ser una bendición, o simplemente que alguien en casa te de un masaje (te “sobe”) un poco la espalda. Los parches de frío y calor también te pueden aliviar.
  • Haz ejercicio. La actividad física hace que tu espalda se mantenga fuerte. Puedes hacer ejercicios de estiramiento que te aliviarán muchísimo. El yoga y el Pilates para embarazadas pueden ser ideales. Pregúntale a un entrenador o un instructor especializado.
  • Considera terapias alternativas como la acupuntura y/o una visita al quiropráctico.

Como siempre, consulta con tu médico para que él o ella te den el visto bueno y puedan descartar que tu dolor de espalda no se trate de otra cosa que necesite atención. Si te duele la espalda y ese dolor se acompaña por sangrado vaginal, ardor para orinar, fiebre o cualquier otro síntoma, debes consultar con tu médico inmediatamente. 

Fuente: VidaySalud

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