You are currently viewing “El Síndrome de la Heroína”: Cuando crees que lo cambiarás

Si existe una tienda enorme con un montón de abrigos bellos, de distintos diseños, texturas, estilos y colores, ¿Cuál es la idea de estar reparando siempre aquél que definitivamente no te queda perfecto? Ser la eterna restauradora, que una y otra vez busca la alternativa de mejorar, enseñar, zurcir y remendar, esperando que esta sea la última vez…

El síndrome de la mujer heroína, aquella que inconsciente o conscientemente supone que sus sentimientos de amor serán capaces de “mejorar” o “cambiar” a ese otro a quién aman.

Ante esto lo primero que me pregunto es ¿Cómo es ese amor entonces? Es un amor con condiciones, es un amor que existe si el otro cambia o es un amor que sólo busca cambiar al otro…

Desde el momento que yo quiero cambiar al otro, estoy evidenciando que no lo amo y acepto tal cual es… en mi opinión el amor no tiene que llevar consigo condiciones, debe llevar consigo la aceptación del otro, precisamente como un otro totalmente diferente a mí.

Y si ese otro tiene conductas o características que no me hacen feliz, ¿Por qué sigo ahí?…

Las respuestas entonces pueden ser variadas y una de ellas es que, sigues ahí porque aparece el síndrome de la heroína, que se apodera de ti, buscando la forma de modificar al otro y por lo tanto, te hace permanecer en un escenario en donde constantemente te dedicas a remendar.

El problema no está en jugar o no el rol de la heroína, el problema surge cuando esa heroína sufre porque la espera hacia los cambios es eterna y mientras tanto esa espera ocurre, en su presente no es completamente feliz y sigue dándose auto explicaciones a hechos que son evidentemente muy difíciles de modificar.

Otras consecuencias que puede experimentar la heroína, es que no logra diferenciarse de su pareja, es decir, que su capacidad emocional esté sujeta a las emociones que tenga el otro. Por ejemplo: Si el otro tiene un comportamiento que  demuestra que no ha cambiado nada, ella se sentirá totalmente poco importante, ya que lo leerá como que al otro no le importó su petición de cambio y obviamente terminará sufriendo por el cambio que ella esperaba y no ocurrió.

Hay que tener en consideración que, la explicación que nos damos a nosotras mismas de los hechos, van a determinar lo que vamos a sentir y lo más probable que al padecer el síndrome de la heroína, en vez de comprender que somos seres diferentes y quizás poco compatibles y nadie tenga que cambiar al otro, se sometan a pensamientos como que el otro no nos quiere porque no cambia o que todos nuestros esfuerzos por remendar sean inútiles y termine victimizándose en la situación.

Cuando se incurre en el síndrome de la heroína, es complejo despegar… es duro meta observar que nuestros esfuerzo porque el otro cambie han sido inútiles y siempre vuelven a aparecer aquellas conductas que nos dañan… por lo tanto es mucho mejor mirar y pensar que una heroína es aquella que se escucha, que es honesta consigo misma, toma riesgos, decide y no se permite el sufrimiento prolongado.

@Caro_TapiaV