Perder a un familiar es algo terrible, cuando toca despedirse de un hijo es realmente atroz. Holly Wagner era una mamá de 3 niños que siempre publicaba fotografías de sus hijos en su perfil de Facebook. Ella adoraba que sus familiares y amigos comentaran cada una de ellas, pero cuando más necesitó que alguien le explicara cómo sentar a el más pequeño en un automóvil, nadie dijo ni una palabra.
El más pequeño se llamaba Cameron y era un dulce niño de cabellos dorados, muy risueño según su madre y también carismático. Todo parecía normal hasta un día el novio de Holly decidió salir de paseo con él y lo amarró a la silla de auto como siempre lo hacía, pero minutos más tarde ella se enteró que había ocurrido una tragedia: chocaron y Cameron estaba mal herido.
Fue llevado a emergencias y descubrieron que tenía una fractura en el cráneo. Los doctores lograron estabilizarlo y el niño pasó 11 días con respiración artificial hasta que le informaron a Holly que ya nada se podía hacer: el daño en su cerebro ya era demasiado grande y lo más probable era que nunca despertaría.
Holly y su novio no tuvieron otra opción más que despedirse del pequeño, quien todavía tenía toda su vida por delante. Lo peor de todo era que esta horrible situación podría haberse evitado si ambos hubiesen conocido cómo debían asegurarlo en su silla. El pequeño no estaba atado de la manera correcta y lamentablemente salió directo por el parabrisas. Nunca pensó que llegaría a perder un hijo y menos de esta forma.
Si alguien le hubiese explicado que estaba atando mal a su bebé, quizás esta terrible historia no hibiese ocurrido. Desde entonces Holly a comenzado a crear consciencia sobre el tema para que las demás personas que son padres no tengan que pasar por el mismo dolor que ella.
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