Tal como Hansel y Gretel en el cuento encontraron en medio del bosque una casita hecha de dulces y golosinas, si vas a la aldea de Karmarchaga en la Siberia Rusa, es posible que encuentres una casita cubierta de tapas de botellas de plástico.

Con 30 mil tapas de botellas plásticas, creatividad, dedicación y mucha paciencia esta mujer convirtió su casa en una verdadera obra de arte.

Completando las paredes del exterior de su casa, la propietaria Olga Kostina ha dedicado los últimos años a recoger miles de tapas de botellas para realizar este creativo proceso que podría considerarse como un ritual de reciclaje.

Las representaciones hechas en las paredes de la casa muestran animales del bosque de esa zona y paisajes naturales, mosaicos, flores y con muchos colores. Quizás el aislado lugar donde vive la mujer sirvió como fuente de inspiración para su obra y como pasatiempos.

Para darles un buen término en la construcción, la rusa colocó cada tapa a mano usando un martillo y clavos pequeñitos para fijarlas en su lugar, utilizando la técnica de tejido a mano con nudos de punto para crear los mosaicos.

Recordemos que Siberia es una de las zonas más aisladas no sólo de Rusia, sino que del mundo. Un lugar donde cuyo clima extremadamente frío puede llegar a los 50 grados celsius bajo cero. Además la taiga Siberiana, que alberga a sólo 3 personas por metro cuadrado, una de las razones por las cuales pudo haber encontrado este hermoso pasatiempo.

¡Revisa las fotos de esta hermosa inspiración de reciclaje!

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Por Margarita Lira

De: Peru.com

Fotos: diarioecologia.com
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