Cuando dicen que los perros son los mejores amigos del hombre, deberían decir que también entre ellos la amistad es hermosa. Esta es la historia de Hoshi, un esquimal norteamericano de 11 años que hace poco fue operado por un glaucoma ocular. Lamentablemente quedó ciego, pero no solo porque Zen, su amigo inseparable desde que ocurrió la tragedia, no lo suelta. Ambos son tan apegados que después que su dueña les tomase unas fotografías y las subiera a las redes sociales, ambos se convirtieron rápidamente en estrellas de Instagram.
Todo comenzó cuando seis meses antes de la operación de Hoshi adoptaron a un pequeño perrito y decidieron llamarlo Zen. Este fue rescatado de las calles, pasó mucho tiempo sucio y ya casi no tenía dientes. Además tenía un edema pulmonar que es un estrechamiento de la tráquea y un agrandamiento del corazón, pero Hoshi lo ayudó a adaptarse a su nuevo hogar.
Los dueños de Hoshi notaron que estaba teniendo problemas con la vista y decidieron llevarlo al veterinario. Después de un examen se determinó que su enfermedad estaba muy avanzada y los médicos dijeron que lo mejor que se podía hacer era extirparle los ojos. Como era un perro adulto, no le fue sencillo acostumbrarse a su nueva condición no solo porque ya no podía ver, sino que también el dolor fue casi insoportable los primeros días.
Fue así como Zen decidió devolverle el favor a su amigo y se convirtió en su lazarillo: donde Hoshi se movía su amigo lo guiaba para que no tuviese problemas.
La dueña de ambos, Paulina Pérez, explicó que: “Decidimos darle a Zen el rol de guía y por eso les unimos en una misma correa, pero aunque los pongamos en correas separadas, se vuelven a juntar”. Después de ayudarse mutuamente, ambos lograron fortalecer su lazo de amistad y prácticamente hacen todo juntos.
¡Qué linda amistad!
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Por: Catalina Grez M.
Imagen: Instagram.
