Seguro tenías tus sospechas. Pero la ciencia lo ha confirmado. Las madres son las principales encargadas de heredar a sus hijos los genes relacionados con la inteligencia. Esta teoría se basa en lo que se conoce como “genes condicionados”, los cuales se comportan de manera diferente según su origen. De manera curiosa, algunos de esos genes solo funcionan si provienen de la madre. Si ese mismo gen se hereda del padre, se silencia. Hay otro grupo de genes condicionados que actúan la inversa.
La madre hereda la inteligencia
Ya se sabía que la inteligencia tenía un componente hereditario, pero se pensaba que provenía de ambos padres. Pero las investigaciones indican que los niños tienen mayores probabilidades de heredar la inteligencia de su madre, ya que los genes se encuentran en el cromosoma X.
Crearon embriones de ratones solo con células de las madres y solo con las de los padres, pero morían rápidamente. Pero encontraron la solución: descubrieron que los embriones podían sobrevivir si mantenían las células embrionarias normales y manipulaban el resto. Así crearon diferentes ratones manipulados genéticamente que, asombrosamente, no se desarrollaron de la misma forma.
¿La inteligencia solo se hereda?
La genética no es la única responsable de la inteligencia. El contacto físico y emocional es muy importante en el desarrollo intelectual de los niños. Algunos estudios indican que el apego estaría muy relacionado con la inteligencia. Y la madre tiene el rol más importante.
Esto se debe a que el apego seguro les brinda a los niños la seguridad necesaria para explorar y la confianza suficiente como para resolver problemas sin desanimarse. Por otra parte, las madres también les suelen proporcionar a los niños diferentes niveles de ayuda en la resolución de problemas, los cuales contribuyen a estimular aún más sus potencialidades.
Por supuesto, esto no significa que la relación con el padre no sea igualmente desarrolladora para los niños, solo que, debido a nuestra estructura social e incluso a los estereotipos de género que aún subsisten, suelen ser las madres quienes pasan más tiempo con sus hijos pequeños.