¿Estás soltera? ¿Te ha pasado que tus amigas quieren presentarte a loa amigos de sus parejas? ¿O te preguntan con tristeza si no has salido con alguien? Muchas mujeres están solteras por decisión y son felices así. Pero otro grupo padece de filofobia. ¡Sigue leyendo para saber de qué se trata!
¿Qué es la filofobia?
La filofobia es el temor al amor o a enamorarse. Como todas las fobias es una reacción irracional e intensa. Las personas que la padecen tienen miedo de formar lazos emocionales, principalmente románticos, pero en casos más extremos podría afectar relaciones de cualquier tipo.
¿Cómo saber si alguien padece filofobia?
Hay ciertos síntomas que podrían indicar la presencia de esta fobia. Quienes tienen filofobia no logran crear relaciones de confianza con otras personas. Suelen tener lazos superficiales y poco duraderos. Además, nunca se comprometen.
Además, estas personas suelen tener cambios de humor. Si bien no quieren comprometerse, al saber que se encaminan hacia una relación estable pueden ser en exceso posesivas y controladoras. Esto también genera mucha ansiedad, generando situaciones de malestar y estrés emocional y físico. Enamorarse les produce un cuadro ansioso muy fuerte. En casos más graves cuando una persona con filofobia se enfrenta a alguien que le atrae puede tener taquicardia, náusea, dificultad para respirar y sudoración excesiva.
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¿Por qué se padece y qué se puede hacer?
La filofobia podría haberse desencadenado por sucesos traumáticos del pasado. Podría haber sido el divorcio de los padres, la muerte de un familiar muy querido o una mala experiencia romántica anterior.
Lo mejor es que quien tiene filofobia pueda reconocer el problema. Una vez que lo acepte y se dé cuenta de que no puede generar relaciones y no es feliz, lo mejor es acudir al psicólogo. El profesional podrá encontrar el mejor tratamiento para cada caso. No es un trabajo rápido, pero a la larga el filofóbico podrá establecer relaciones estables y sanas.
La fobia se nota principalmente en las relaciones de pareja, por lo que si un hombre te dejó de un momento para otro, no te llamó más, huyó sin explicaciones y terminó contigo, quizás sufría de filofobia. ¡Aunque no tratamos de justificarlo!
Fuente: Glamour.
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