Esta es una de esas graciosas historias que ha dado la vuelta al mundo, por su humor y originalidad.
Keiran Cable, es un joven de 20 años de edad, que viene de Gales, Reino Unido. Un día, conoció a una chica llamada Jess Ferguson, un año menor que él. Y así comenzó todo. El amor se apoderó de la vida de Keiran.
Desde el día que comenzaron el noviazgo, Keiran dejó de ver a sus amigos. Ya ni salía con su Club de Tobi. A pesar de ello, los amigos se negaron a abandonarlo, pero tampoco querían que siguiera “desaparecido”.
Fue así que el grupo de 50 chicos (si, es un número enorme, pero es porque juegan todos en el equipo de fútbol de la localidad) le gastó una buena broma al joven enamorado: decidieron hacer un funeral para su amigo.
Para organizar el evento y hacer que el “difunto” asistiera, lo engañaron diciéndole que iban a ir a un pub a ver un partido de rugby.
Así, Keiran engañado asistió en vida a su propio funeral. El evento fue organizado con mucho detalle y perfección. Los amigos le hicieron un ataúd con sus iniciales. Tenían un auto fúnebre. Diarios que informaban su paso a mejor vida. Un himno en honor a su memoria y hasta sacerdotes falsos.
“Keiran había empezado una relación hace unos meses y sentíamos como si hubiese muerto porque ninguno de nosotros le había visto desde entonces y no respondía a nadie de nuestro grupo a los mensajes y emails que le mandábamos“, explicó Ben Sullivan, uno de sus amigos, al diario Mirror.
Al principio, Keiran quedó en “shock”. Pero luego entendió la ironía de sus amigos y se lo tomó con mucho humor. Incluso entró al ataúd simulando su muerte.
“En cuanto entré al pub encontré a unos 50 amigos disfrazados y saludando. Estaba completamente en shock y no sabía que hacer o decir, pero al final me reí tanto que terminaron por dolerme las mejillas. Los chicos hicieron un gran esfuerzo preparando esta broma y definitivamente será un día para recordar“, explicó Keiran.
“Nuestros pensamientos están con Keiran en este duro y oscuro momento. Sin embargo, no deberíamos llorar sino desearle mucha suerte mientras continúa rumbo a su próxima vida“, decía una de las dedicatorias.
¿Qué piensan ustedes? Yo también conozco unas cuantas personas, hombres y mujeres, a los que les vendría muy bien un “funeral” de este tipo. Porque desde que empezaron sus relaciones, ya ni rastro se les ve.
Por Margarita Lira
Fotos: elitedaily.com
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