El New York Post mostraba este miércoles en su portada una imagen inaudita de la modelo Gisele Bündchen, antiguo ángel de Victoria’s Secret y todavía la top mejor pagada del mundo. La brasileña aparecía oculta bajo un burka, según el tabloide, para visitar de incógnito una clínica de cirugía estética en París.
“La idea habría podido ser astuta si el velo integral no hubiese sido prohibido de los espacios públicos franceses por una ley de 2010 [avalada el año pasado por Estrasburgo] y si Gisele Bündchen y su hermana Rafaela [también oculta bajo un burka] no hubiesen dejado varios indicios dudosos a su paso”, recuerda la edición francesa de Vanity Fair.
“El artificio era demasiado tosco”, coincide la revista Gala. Así, el negro burka iba acompañado de unas ornamentadas sandalias y de una mochila negra que unos días después -ya sin burka- llevaban las Bündchen en el aeropuerto Charles DeGaulle. Además, el chófer que condujo a las dos mujeres a la clínica (según el Post, allí la modelo se habría retocado sus pechos caídos y los ojos) era el mismo al que la modelo recurre desde hace años cuando está en París. “Ha caído en su propia trampa”, remacha Gala.
Mientras tanto, miembros de la comunidad musulmana se mostraban indignados. “No está haciendo esto por el Islam. Es muy malo”, se quejaba el iman Muhammad Abdullah Kamal Al-Azhari, del Astoria Islamic Center en Queens, en declaraciones al Post.
Vía: elmundo.es
