Son muchas las mujeres que acuden a Centro Miintimidad en busca de ayuda para poder solucionar sus problemas de sexualidad. Una de las consultas más frecuentes es el dolor durante las relaciones sexuales o imposibilidad de tener penetración vaginal.
Al finalizar una sesión de tratamiento con una paciente, me preguntó ¿se me fue el himen? Sorprendida en la forma que me hizo la pregunta, le pedí que me explicara su duda, pues no entendía bien qué era lo que me quería decir. Marisol, de 27 años de edad, diseñadora de profesión y con pareja estable hace un año, me contó que había escuchado que al hacer ejercicios bruscos, caerse con las piernas abiertas, introducirse algún objeto en la vagina o tener relaciones sexuales, perdería el himen.
Marisol pensaba que el himen era una tela delgada que cubría toda la vagina, no entendía cómo podía salir la sangre de la menstruación. Le expliqué que es una membrana muy delgada y elástica, ricamente vascularizada, recubierto por mucosa y que se encuentra en la entrada de la vagina. Puede tener diversas formas: anular (que es la más común y es como un anillo con un orificio al medio), septado (con un tabique al medio), cribiforme (con muchas perforaciones), complaciente (muy elástico y distensible) e imperforado (debe ser abierto quirúrgicamente).
El himen no se pierde, se distiende con las relaciones sexuales y al ser tan vascularizado puede sangrar. Les recomiendo buscar en internet imágenes sobre el himen, recostarse desnudas sobre la cama o en el WC, agarrar un espejo, separar los labios mayores y menores y tratar de visualizarlo en la entrada de la vaginal, lo verán como un rodete o anillo membranoso.
Es importante que cada mujer se dé el tiempo de conocer su cuerpo. Eso evitará disfunciones a futuro y mejorará su vida sexual.
Odette Freundlich
Directora de Centro Miintimidad
Kinesióloga especialista en disfunciones del suelo pelviano y sexualidad
www.miintimidad.cl
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Foto de: www.eldinamo.cl
