Más de una haremos cara de fuchi cuando veamos la imagen que circuló en redes sociales en la que Lourdes, hija de Madonna, se atreve a lucir unas axilas muy velludas.
(Si no has visto la foto, da clic aquí).
Sin embargo, aunque no vaya a ser una práctica que muchas de nosotras usemos en un tiempo futuro, sí debemos reconocer el valor de esta acción.
El hecho de que esta chica de 20 años salga a la calle en bikini y le muestre al mundo una axila velluda es un paso importante en la lucha por la equidad, más tratándose de la hija de Madonna. ¡Madonna!
Ícono de la revolución sexual, símbolo de los 80, feminista, sin pelos en la lengua y ahora, madre de una chica que va por la vida sin preocuparse por los cánones sociales y las normas impuestas por la sociedad.
No quiere decir que las mujeres debamos dejar de rasurarnos para probar un punto ni para acercarnos al físico masculino… sino que la rasurada de los vellos debe ser 100% una elección personal, independientemente del género.
El tema del vello es terreno delicado y es muy fácil que la discusión cruce esta delgada línea entre equidad de género y querer imitar en todo a los hombres, sobre todo porque el vello siempre ha sido una característica sumamente masculina.
Sin embargo, el foco debe ir hacia la elección libre y personal de cada mujer de hacer con su cuerpo lo que mejor le parezca, independientemente de lo que la sociedad espere de ella o de lo que los hombres esperen de ella.
El tema de depilarnos debe ser una elección personal, en la que cada una de nosotras decida qué vello quiere quitar y con qué temporalidad, por mera auto percepción, pero sin sentirnos obligadas por otras mujeres o incluso peor, por los hombres, que durante años han centrado uno de los valores de la belleza femenina en una piel libre de vello.
Por eso, aunque al común de las mujeres no nos parezca muy estético este gesto de Lourdes, la verdad es que nos obliga a pensar en por qué estamos generando este rechazo y encima, ¿por qué nos corresponde juzgar las axilas ajenas?
¿Sentiríamos el mismo rechazo si supiéramos que Brad Pitt se rasura el pecho? ¿O que Ryan Gosling tiene la espalda velluda? ¿O que Angelina Jolie no se rasuraba las piernas y aún así estuvo con Brad Pitt durante años?
El tema al que nos obligó Lourdes es a pensar si debemos seguir rechazando a las mujeres que deciden no depilarse… O si es buen momento de aceptar que, así como habrá miles de mujeres que dediquen horas a quitarse hasta el más mínimo vello, también hay mujeres que decidirán emplear ese tiempo en otra cosa, y ninguna es mejor ni más mujer que la otra.
¿Están de acuerdo?
