You are currently viewing Historias de la Maca: “(tercera parte) El milagro de disfrutarlo…”
  • Post category:Sexualidad

 

(Pincha acá y lee la primera parte de la historia)

(Pincha acá y lee la segunda parte de la historia)

Esta vez fue diferente. Muy diferente. Pasaron cosas…lo pasé a buscar a su trabajo y al poco andar este hombre iba manejando mi auto. En un taco enorme nos íbamos riendo, contándonos de cómo había sido nuestro día…ahí estábamos…pareciendo una pareja feliz. Pasamos al supermercado, y ahí estábamos, eligiendo qué comer, riéndonos de que la última vez que alojé en su depto: solo había pan duro para tomar desayuno. A ratos mirándolo de lejos, pensando qué guapo este hombre que se para frente a los vinos con una actitud segura. Disfrutando de algo tan básico como recorrer los pasillos del supermercado juntos…y aunque suene cliché, es cierto, la felicidad está en las cosas tan básicas como esa..

Llegamos a su depto y entre risa y risa más nos íbamos acercando… mientras disfrutábamos de una exquisita comida. Mi “casero” había ido tomando, en forma oculta y sin avisarme, otro matiz. Nuestras citas secretas y nuestras eternas y diarias conversaciones por whatsapp habían comenzado a construir algo que fácilmente podría convertirse en un equipo. Porque ser pareja es esencialmente eso, ser un equipo.

Después vino el desenfreno, el escandaloso encuentro de nuestros cuerpos, el tocarnos, olernos, disfrutarnos…ayyy si! Ahí…ahí…hazlo con cariño..que me duele, mmm, que rico…y de mi alma, pasando por mi cuerpo y llegando hasta mi boca salen las más sinceras palabras: eres muy bienvenido (en mi vida y en mi cuerpo)…listo, ahí lo tengo, dentro mío, moviéndose, agitándose, disfrutándome…y ahí vamos…sus manos tocándome por todas partes, mi boca recorriendo su existencia entera, gemidos, suspiros, placer! En el sexo todo es cancha me dice….y lo comparto…sí, todo es cancha así que vamos, descubramos, qué hay por acá, qué hay por allá, y los lengüetazos me vuelven loca, ahí…su lengua jugueteando por todas partes…Yo era la que en un artículo anterior pedía orgasmos, y ellos ahora venían a visitarme…mi naturaleza volvía a ser visitada…por fin, después de varios días, lográbamos realmente encontrarnos…más confianza y la mirada de un otro con el que realmente comenzaba a hacer comunión, hacían que todo fuera má fácil. En la mitad de todo, este hombre con su pasión y su locura pregunta: si yo te lo pidiera, te vendrías a vivir conmigo? Y agrega, “Yo fantaseo con que seamos un equipo”….silencio….sorpresa…y nos regalamos un abrazo enorme donde yo confieso que fantaseo con lo mismo, ahora el abrazo es tierno, donde su nariz juega con la mía…el color de todo estaba cambiando…ahí, los dos, frente a frente sintiendo que quizá “somos”.

En el silencio y mientras las respiración vuelve a la calma, yo me doy cuenta de que he empezado a rozar su sonrisa, qué desconcierto, qué sorpresa…

Pero acá viene el detalle, al día siguiente él me recuerda que también sale con otra, me dice que me quiere pero que está confundido…auch! Eso dolió…pero bueh! Habíamos roto las reglas que claramente nos habíamos impuesto: “esto no se trata de amor”. No puedo distinguir bien en qué momento comenzamos a reconocernos, a mirarnos y sentirnos en un mismo camino donde el sexo había traspaso los límites sin que nadie se lo permitiera, el sexo había entrado en espacios que no le correspondían….qué rápido ha pasado todo, qué intenso… pero fue él quien habló, él fue el que primero reconoció que fantaseaba con ser un equipo…yo solo respondí.

Frente a la confusión no hay más que dar un paso al lado y no seguir exponiéndose al desastre que sería amarlo. Y él me lo agradece, “me acabas de solucionar un problema”, me dice. Y esas palabras duelen aún más. Vete, vete ya…toma ese avión y vete ya…lo más lejos que puedas…que nada me toque, ni los recuerdos…y mientras veo que tomas el avión que nos aleja yo voy pensando ¿Y si era él? ¿Será que nos acabamos de perder la oportunidad milagrosa de amar, de ser equipo, de hacer proyectos en conjunto, de reírnos? ¿Será que nos acabamos de perder la oportunidad milagrosa de tomar desayuno en la cama los fines de semana, de apoyarnos, de entregarnos, de viajar, de conversar, de compartir? No es tan fácil encontrar a alguien que tiene tu misma visión de vida, tus mismos valores, tu misma forma de ver la familia….aquella persona que disfruta con lo mismo que tu…¿Será que era él? ¿O solo me encontré con un tipo bravo que ilusiona? ¿Era él un mujeriego encantador incapaz de involucrarse realmente y amar?…y cuando voy terminando esa pregunta me doy cuenta que él ya se fue….

Maca