Hace algunos meses Constance Hall se volvió sumamente conocida gracias a una declaración que hizo en su página de Facebook, en la que hablaba sobre algunos temas sensibles de la maternidad bajo la premisa de que ser madre no te convierte en esclava de tus hijos.
En un muy aplaudido texto, esta chica reconocía a las mamás que podían estar en el parque con sus hijos y estar hablando por teléfono con sus amigas o a las mamás que tenían montones de platos sucios por lavar y decidían irse al café, porque, insistía, ser mamá no debería representar dejar el resto de tu vida de lado.
Hoy Constance Hall vuelve a los reflectores con otro texto sumamente discutido en el que ahora toca temas de sexualidad y relaciones amorosas, en una carta súper emotiva que le dirige a sus hijos:
“Para cuando mis queridos hijos crezcan, para sus amigos y cualquier otro chico que se vaya a cruzar con este ranteo sobre chicas.
Todas las mujeres somos diferentes, probablemente nunca las comprendas del todo. Probablemente nunca comprendas ni a una sola. Pero si puedo si puedo influenciar aunque sea una parte de tus relaciones con las mujeres seré una mujer feliz.
1. La manera de la que hables de las mujeres definirá tu felicidad con ellas. Una mujer con la que te has acostado o quieres acostarte con, o te casaste con ella, o simplemente la conociste en un bar. Nada gana más a una mujer que saber que se habla de ella con respeto. La gente intentará convencerte de que es “la manera en la que hablan los hombres”, pero no lo es. Llamarla gorda, divulgar detalles íntimos o cualquier cosa que la haga enojar no hara nada más que determinar tu propia infelicidad.
Platica cosas con tus amigos, pero de la forma más respetuosa. No deberíamos tener que decir “imagina que esa fuera tu hermana” para que hablaras de ella como quisieras que se hablara de tu hermana. Todas somos la hermana de alguien y todas somos hermanas entre nosotras.
2. Estás aquí por muchas razones, pero una de las que más contribuyeron es el hecho de que las mujeres menstruamos. Sí, sangramos de la vagina. No es asqueroso, no da miedo. De hecho, es bastante lindo. ¿Quieres conquistar a una vagina? Tienes que amar el paquete completo. Nada aleja más a las chicas que un tipo que no es lo suficientemente hombre como para enfrentar la menstruación. Compra los tampones, lava la ropa interior. No seas miedoso cuando lidies con las vaginas. (Don’t be a pussy when dealing with pussy)
3. Y hablando de vaginas… reniega todo lo que quieras pero necesitas saber esto: las mujeres necesitamos mucho más que un pene. No te quiero espantar ahora con esto, pero sé creativo y no dejes que te afecte el hecho de que la simple penetración no la satisfaga. Ella será honesta, esfuérzate más.
4. Lucha por la pasión de una madre, porque su pasión e identidad se pasan por alto en el momento en que nacen los hijos. Pon a tu mujer en primer lugar y lucha por su derecho a seguir siendo un individuo. No olvides ni la dejes olvidar quién era cuando la conociste, la loca, creativa y encendida alma que tenía o la misteriosa y discreta y sexy mujer que era.
En un mundo en el que la tratarán de convencer de no luchar por su individualidad, fórzala a ser su propia estrella. Párate a su lado, comparte tu dinero con ella, respeta a sus amigos, cómprale el vino caro y no dejes que su belleza sea una amenaza para ti. No eres dueño de nadie, sólo habrás tenido suerte si ella decide caminar a tu lado. Ilumina ese camino o podrías encontrarte a ti mismo en el lado de la soledad.
5. Tal vez tengas que dejarla ir… Puedes ser un completo imbécil al respecto, acosarla, hablar pestes de ella, amenazarla o puedes dejarla. Una vez yo dejé a un hombre que se econgió de hombros, sonrió, me guiñó el ojo y se fue. Esa fue la única separación de la que alguna vez me arrepentí. No importa cuánto la ames, ella tiene el derecho a irse. Respeta eso.
Respétala a ella.
Y ama a tu madre. A las chicas les gusta eso. Pero házle saber que ella irá primero. Que ella será tu número 1, tu estrella.”
Y aquí en la redacción de Mujer&Punto tradujimos el texto con una lagrimita en los ojos. ¿Qué les pareció?
Aquí les dejamos el texto original desde la FanPage de Constance:
