En el mundo hay mujeres que son madres y otras que no. Sea por decisión propia, porque no pueden o porque han querido, pero no han tenido la oportunidad o los recursos para hacerlo.

Ante las mujeres que no tienen hijos, la sociedad ha tendido a calificarlas negativamente o con lástima, como si por el hecho de no tener hijos fueran de otra categoría.

Al respecto, quiero compartir esta columna de Lesley Roberts para el diario británico Daily Record. Quién a pesar de ser madre de tres hijos, critica duramente a todo aquel que se atreve a juzgar el valor de una mujer dependiendo de si es madre o no.

A quienes juzgan o llaman a estas mujeres como “childless” que significa “sin hijos”. Te invito a leer la columna de Lesley y a replantearte la premisa de que nadie debe ser definido por lo que no tiene:

¿Childless (sin hijos)? es la madre de todos los insultos, porque no deberíamos estar definidos por lo que no tenemos

¿No tienes hijos? ¿Entonces eres estéril? Recuerdo que una vez un colega hombre me dijo esto. El hecho de haber tenido una copa en mi mano, y no haberla vertido sobre su estúpida cabeza, es uno de los arrepentimientos más grandes que he tenido en mi vida.

Luego de haber tenido tres hijos, todavía siento náuseas de que un extraño se sintiera con derecho de, no sólo burlarse de mi fertilidad, sino que de hacerme sentir tan fuera de lugar por no tener hijos. Estéril de hecho, muy mal.

Me gustaría destacar que definitivamente no tuve tres hijos para probarle que estaba equivocado. Si ignorancia no valía todo ese dolor.

Pero sí lo entendí cuando la estrella de Sex and the city, Kim Cattrall dijo que ella se siente totalmente superada con la gente que se refiere a ella como “childless” (la sin hijos).

En una entrevista con la revista Woman’s Hour, Kim dijo “Es el ‘sin’ lo que es ofensivo – sin hijos- suena como si dijeran que eres menos porque no has tenido un hijo. Para muchas mujeres de mi generación, no fue una elección consciente“.

Ella tiene 59 años y es una enormemente exitosa actriz que está muy cómoda en su propia piel.

Incluso, cuando aún se encuentra a ella misma siendo definida por lo que no tiene, en vez de que tiene, quién es ella o qué ha logrado.

Le pasa a gente común y corriente todo el tiempo, siempre con la insinuación sarcástica de que son demasiado egoístas o demasiado estériles para tener hijos.

Ellas merecen algo de apoyo de madres honestas, quienes saben que sus vidas fueron en un camino diferente, y que no serían inferiores si no hubiesen ido por esas vías.

Tener un bebe no te hace más mujer. ¿Más cansada? Definitivamente. ¿Más afortunada? Probablemente. Pero no más mujer.

Es algo así como tener un celular. Una vez que lo tienes, amas distraerte con éste y te sientes incompleta sin el, pero aún recuerdas los tiempos en que no lo tenías. Y todo estaba bien.

Aceptémoslo, los niños son difíciles y traen dolores, no importa lo mucho que los adores. No todo es pasear por el parque con adorables bebitos, pateando las hojas de invierno y alimentando a los patos.

Los dulces niños generalmente crecen para convertirse en jóvenes que abusan de tu casa y tus finanzas, se quedan afuera toda la noche y tu crees que serán asesinados, luego rompen tu corazón cuando se van abruptamente por algo – o por alguien – más interesante.

El término universidad empezó la semana pasada y para muchas madres eso significa decir adiós a los adolescentes, quienes ahora se van a vivir a mucha distancia.

He escuchado la agonía de la pérdida descrita como una verdadera pena. De pronto, todos ellos se han ido. Ya no te pertenecen. Están bastante bien por su cuenta. Como un amante despechada, podrás aferrarte a la más mínima señal de que aún te necesita, incluso si es sólo la oportunidad de lavar sus cosas.

Luego está el preocupante descubrimiento de que más y más madres están abriendo una botella de vino justo después de que la escuela comienza, sólo para lidiar con el estrés.

La hora del vino, es aún de día aparentemente. En el siglo 21, el pequeño ayudante de la madre viene en una copa de cristal, no en forma de píldora, pero pareciera que la gente aún busca ayuda de las copas para lidiar con las cepas de la paternidad. Así de duro es.

Me gusta mucho la idea de Kim, de expresar su lado maternal de otras maneras, como en la tutoría de jóvenes y compartir sus conocimientos. Puede que no haya cambiado pañales, pero ella si logró que su sobrina entrara a la escuela de medicina.

Así que, si a alguno de mis amigos le importaría usar a mis amados bebes como una salida de las urgencia maternales, siéntase libres de hacerlo. Me mantendrá alejada del vino.

De: Lesley Roberts para dailyrecord.co.uk

Traducción: Margarita Lira

Foto:spanish.fansshare.com