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crisis de pánico

  • ¿Cuáles son los síntomas y las causas de esta enfermedad? ¿Es posible tratarlas? ¿Cuándo es necesario consultar con un especialista? Éstas y otras interrogantes son aclaradas a continuación por la Dra. Gabriela Cerpa, psiquiatra de Vidaintegra.

Dolor de pecho, sudor frío en manos y cara, aceleración del corazón, falta de aire, mareos, sensación de mareo, ahogo, aturdimiento, desmayo, temblores, náuseas, sentimiento de irrealidad y temor a perder el control, enloquecer o morir, son algunos de los síntomas que pueden experimentar quienes sufren crisis de pánico.

Por lo general duran algunos segundos o minutos y, excepcionalmente, horas. Pueden aparecer una vez en la vida o volverse recurrentes. Si esto le está sucediendo, es indispensable consultar con un médico.

Cuándo consultar es la clave

Las crisis de pánico son momentos de angustia que le vienen a una persona de manera imprevista”, explica la psiquiatra de Vidaintegra Dra. Gabriela Cerpa. Si bien no se sabe qué las produce, hay ciertas luces que indican que, además de tener un componente hereditario, se generan tras un episodio de gran estrés. “Cualquier persona podría presentar una crisis de pánico aislada alguna vez en la vida si tiene un momento de mucha angustia, como puede ser volar en avión o aglomeraciones de gente en espacios cerrados”, agrega.

La profesional señala que hay que poner especial atención cuando se sufren al menos cuatro crisis de pánico en un mes, ya que podemos estar frente a un trastorno de pánico, una patología que requiere otro tipo de tratamiento. Los afectados pueden sufrir la denominada ansiedad anticipatoria. “Si una persona tiene una crisis al subirse al metro, comenzará a alterar sus rutinas y usará cualquier pretexto para evitar este medio de trasporte por miedo a que le vuelva a pasar”.

Y añade: “En general, las personas que sufren un trastorno de pánico pueden vivir situaciones de mucho estrés y eventos traumáticos que se pueden asociar a patologías como la depresión, adicciones, abuso de alcohol, donde los pacientes pueden acostumbrarse a medicamentos como los ansiolíticos, o bien tienen agorafobia o fobia social”, enfatiza la psiquiatra.

Asimismo, es importante consultar con un especialista a fin de descartar otras patologías que puedan presentar síntomas similares. “Podemos estar frente a algún tipo de cardiopatía, angina inestable, un problema coronario, asma, un tromboembolismo pulmonar o un accidente vascular”, afirma la especialista de Vidaintegra. Si se dan de manera aislada, no siempre se les puede asociar a otras enfermedades, ya que pueden ser episodios pasajeros que no se vuelven a repetir.

Tratamientos farmacológicos

Pero, ¿cómo se trata este cuadro? “Hay terapias farmacológicas y no farmacológicas. En el primer caso hay técnicas de relajación, training, en los cuales los pacientes pueden tratarse a nivel psicológico para controlar las crisis de manera conductual, es decir, disminuyendo la ansiedad, entendiendo que no va a morir, sino que debe mentalizarse en que es una situación puntual que le está provocando esto. En las terapias farmacológicas se usan medicamentos, que son en general  antidepresivos que regulan la serotonina en el cerebro, los cuales hacen disminuir la sintomatología y la frecuencia de las crisis”, dice la facultativa.

La especialista de Vidaintegra explica que el tratamiento por trastorno de pánico debe durar al menos un año, “porque hay muchas recaídas si el tratamiento se suspende antes”. Las crisis también se pueden controlar con ansiolíticos, “pero se deben usar por un periodo acotado de tiempo, ya que a veces cuesta dejarlos. La idea es usarlos mientras actúan otros medicamentos y luego retirarlos de manera paulatina”, subraya.

La prevalencia de las crisis de pánico es baja, entre 0,1% y 3% de la población mundial las sufre. Y si bien no hay estudios que indiquen que cierto tipo de alimentación o de hábitos de sueño ayuden en la prevención, sí se sabe que el actual estilo de vida, “en el cual hay mucho estrés, la gente está muy endeudada, trabaja en exceso, puede favorecer el aumento de la patología”, explica la psiquiatra.

Aprendiendo a controlar el miedo

El tratamiento es importante porque la evolución de la enfermedad se puede dar de dos formas, una es que la persona tenga periodos de crisis y otros donde no presente mayor alteración. “Pero puede pasar que las crisis se vuelvan más frecuentes e intensas, incluso con varias crisis en el día todos los días, lo que hace que la persona se aísle, deje de trabajar, no pueda salir de la casa, por lo cual es importante detectarlo a tiempo”, señala la especialista.

También es importante conocer cómo actuar frente a una persona que está sufriendo una crisis de pánico. “Si está en una aglomeración, lo primero es salir de ahí y asegurarse de que haya suficiente oxigenación. Sirve también hacer que respiren utilizando una bolsa, ya que cuando están en medio de la crisis empiezan a respirar muy rápido y por lo tanto se genera una hiperventilación que produce más mareos y síntomas. Hay que dejar que pase solo, porque la crisis durará en general sólo algunos minutos”.

La Dra. Cerpa finaliza explicando que las crisis de pánico tienen tratamiento. “Hay que entender que no va a llevar a una consecuencia mayor y ese temor a morir o a perder el control es sólo miedo, no es algo que va a ocurrir”.

Cómo controlar una crisis de pánico

  • Respirar profundo, ojalá en una bolsa.
  • Buscar lugares lejos de los tumultos y aglomeraciones.
  • Concentrarse en que nada acontecerá, y se trata únicamente de miedo. No es dañino ni peligroso, sólo desagradable.
  • Fijarse en lo que le está pasando a su cuerpo en ese momento, no en lo que teme que podría llegar a ocurrir después.
  • Esperar y dejar que pase el temor. No luchar contra él.
  • Cuando esté listo para continuar, comience despacio, en un estado de relajación. No es necesario correr ni esforzarse.