You are currently viewing ¿Los hombres huyen cuando la mujer toma la iniciativa?

Si le preguntamos a los hombres de las nuevas generaciones, muchos dirán que les fascina que ellas los inviten a salir o por lo menos – si se atreven a confesarlo – asumirán que su ego se ve acariciado cuando eso ocurre. Sin embargo, muchos varones latinoamericanos aún se sienten intimidados cuando la mujer da el paso inicial para encarar la primera cita, por ejemplo. Como en toda cuestión vincular, en este tema no hay reglas matemáticas, pero sí hay algunas cosas a tener en cuenta cuando ella se decide a tomar la iniciativa en el amor.

  1. No todos los hombres son iguales: la generalización nunca es buena y, por fortuna, no todos los varones – ni las mujeres – son similares. Aunque muchos puedan llegar a sentirse amedrentados ante un avance femenino, esa no es necesariamente la regla.
  1. Quien no arriesga, no gana: es mejor enfrentar un “no” que la eterna duda de “cómo hubiera sido si me hubiera animado”.  Aplica para todos los órdenes de la vida.
  1. Hay formas y formas: está en cada mujer la decisión de ir – o no – por lo que desea. La manera en que lo haga seguramente condicione el resultado. Una aproximación sutil puede ser muy efectiva. Siempre se puede ir derecho al grano si del otro lado no hay registro del interés.
  1. Hay mujeres que motivan: cada vez son más los hombres que ven con agrado a una mujer asertiva, empoderada, que no vacila en ir al frente. Si a él eso le resulta chocante, es bueno darse cuenta de arranque para tratar de encontrar a alguien más compatible. En general, las mujeres con mucha personalidad gustan de tener a su lado a un par, no a alguien que se amedrente porque lo inviten a tomar un café.
  1. El efecto “sorpresa” es un plus: si bien entre los millenials es común que las chicas inviten e incluso paguen en la cita, no se acostumbra tanto en mujeres de más de 40, por lo menos en América Latina. Una dama puede capitalizar el desconcierto del caballero y sorprenderlo gratamente con su actitud.

Por: Valeria Schapira, experta en relaciones para Match.com