Malala Yousafzai cumplió 18 años, y para celebrar su mayoría de edad, la ganadora más joven de la historia del premio nobel de la paz decidió abrir en el Líbano una escuela para niñas refugiadas sirias. Malala, de nacionalidad Pakistaní, se convirtió en símbolo de lucha luego de recibir un disparo en la cabeza por parte de los talibanes cuando viajaba en un autobús escolar. Desde entonces lucha por los derechos de las niñas a poder educarse.
Tras la apertura de su primera escuela, hizo un llamado a los líderes mundiales: ”Hoy, en mi primer día como adulta y en nombre de los niños del mundo, pido a los líderes inversión para libros en lugar de para balas”. Además, envió un mensaje a los mismos estudiantes, haciendo hincapié en la importancia de la educación. ‘‘A todas las estudiantes, ustedes leerán libros nuevos. Van a descubrir nuevas ideas. Van a aprender juntas. Van a soñar juntas. Van a inspirarar al mundo”, sostuvo.
La escuela se enmarca en el contexto de proyectos educativos que realiza la Fundación Malala, la cual financió esta importante obra. La escuela se ubica en el valle de Bekaa, cercano a la frontera con Siria y podrá albergar hasta 200 niñas de entre 14 y 18 años. De todas formas, queda mucho por hacer aún, ya que el Líbano acoge a 1.2 de los 4 millones de refugiados que huyeron de la guerra civil Siria hacia países vecinos y son alrededor de 500 mil los niños en edad escolar que están en suelo libanés.
Por: Fernanda Urzúa M.
Foto de: excelsior
