Seguro en algún momento de nuestras vidas, a todas nos ha puesto “los pelos y nervios de punta” el miedo al abandono. Yo viví con ese miedo desde mi adolescencia hasta adultez (24 años aproximadamente) y no es hasta ahora que puedo decir que dicho temor está guardado como una bolita de cristal que solo observo de lejos pero que ya NO se refleja en mí.
Les voy a contar un poco sobre mí. Mi padre y mi madre nunca tuvieron una relación realmente estable y esa situación generó muchísimos (gigantes y constantes) conflictos en los que en un punto comencé a verme envuelta. ¿Cómo? Mi madre me ponía como “intermediaria” entre ellos dos al punto en que llegué a odiar a mi papá “por todo lo que le hacía a mi madre”.
Y claro, ya se imaginarán como era la relación de mi padre conmigo, totalmente atropellada, flaqueaba por cualquier cosa. Hasta aprendí a hacer constantes manipulaciones para obtener lo que deseaba. De hecho, yo sentía que mi padre nos había abandonado y por eso creía que todos los hombres “eran malos o me iban a lastimar”. Lo que jamás imaginé, fue que eso se iba a ver reflejado en mis relaciones de pareja.
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Hasta que un día me enamoré a mis 18 años y todo comenzó a notarse. Mi primera relación amorosa fue completamente tóxica (con buenos momentos como todo pero muy escasos) y debido a eso comencé a sentir que no “estaba hecha” para las relaciones, comencé a pensar que las relaciones amorosas eran como las de las novelas: puro drama, me voy, me dejas, te dejo, te trato mal y aun así te amo.
Pero lo que más me aterraba siempre era que mi ser amado me abandonara, era lo que más me daba miedo, por eso me consumía el control y el apego, para que “jamás dejara de amarme” y así tener “siempre su completa y absoluta atención”.
Pues bien. Ahora te pregunto a ti.
¿Te has sentido identificada con algo de ésto que te he contado hasta ahora? Si tu respuesta es afirmativa te invito a leer lo que sigue (y con mucha más atención).
¿Cómo ser una mujer más sana en mis relaciones amorosas?
Bueno, no hay una fórmula mágica, pero sí te voy a regalar mis guías (que yo misma he ido poniendo en práctica) y me han ayudado a ser quien soy ahora: una mujer mucho más feliz y sana, con una relación amorosa próspera y estable.
¿Qué hacer?
1) Acepta que tienes un problema. Deja de victimizarte y justificar tus acciones. La manipulación, el apego o el control no son más que manifestaciones de TU inseguridad interna, no de tu pareja. Decide sanarte y buscar todos los medios que estén a tu alcance para descubrirte, entenderte y poco a poco ir sanándote.
2) Acepta que vendrán subidas y bajadas. No hay otra manera de aceptar que nuestro amor propio debe ser más importante que cualquier otro amor (así es, incluso que el de tu pareja), por lo tanto aplica muchas dosis de paciencia y tolerancia contigo misma cuando no logres los resultados o actitudes esperadas con tu pareja.
Es decir, si ya estás aprendiendo a ser consciente, y has hablado todo esto con tu pareja pero aún así te equivocas y a veces te surge el control, el miedo o el apego, es normal, pues estás tratando de aprender a vivir con ello. Porque aunque se sane, siempre estará allí, pero con las herramientas adecuadas podrás manejarlo de forma más sana.
3) Si tu solita no puedes no importa, busca ayuda, terapeutas, libros, lecturas, cursos o artículos que refuercen tu seguridad y amor propio.
4) Repítete todos los días lo increíble y maravillosa que eres. Di “SOY ABUNDANCIA – SOY PAZ – SOY AMOR- SOY PERFECTA- TAL CUAL SOY y ASÍ ME AMO”.
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5) Rodéate de personas que te recuerden lo increíble que tienes, tus cualidades, tus virtudes, que te digan de forma adecuada lo que podrías mejorar, con amor y mucha paciencia. Ésas son la clase de personas que te merecen y tú mereces.
6) Busca tener hábitos sanos que te den más paz, prosperidad y abundancia.
7) Sana tu niña interior. Pregúntate ¿Cómo es verdaderamente la relación con mi padre o sea cual sea haya sido mi “guía paternal”? Si no es muy buena, busca mejorarla, y si no se puede, perdónalo, que él te dio lo mejor que pudo.
Así que no esperes nada de nadie, pero todo de ti. YA ES HORA. ¡LLEGÓ EL MOMENTO DE ATRAER TODO LO QUE MERECES!
Si de verdad quieres un amor que te de lo que necesitas, haz todo lo posible por convertirte en tu mejor versión para atraer por igual a alguien que te de lo mejor de si.
¡Abrazos de luz a donde sea que estés amiga!
Se despide, Mari de BeHappy Blogger
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