Que gran diferencia puede hacer un pequeño detalle.
Target es una cadena de almacenes norteamericana que rompiendo estereotipos incluyó en su catálogo de disfraces para Halloween a una niña con muletas. La pequeña luce un disfraz de Elsa de Frozen, luciéndose en las páginas del catálogo y sin tener ninguna distinción que la diferencie de los otros niños.
Al respecto de esta fotografía, una madre llamada Jen Kroll escribió una carta a la empresa agradeciendo por este gesto, la cual publicó en Facebook. La carta no tardó en hacerse viral.
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“Mi corazón casi estalló“, dijo Jen Kroll en una entrevista. “Nuestra propia hija ama a Elsa con cada pedacito de su ser y Target ha validado, de manera pública, que las niñas con aparatos ortopédicos y muletas en los brazos también podrían ser princesas “.
Esta es la carta que Jen escribió a Target
Querido Target:
Te amo. Gracias por incluir a mi hija con aparatos ortopédicos y muletas en los brazos en tu campaña publicitaria. ¡Y nada menos que como Elsa! Mi hija (que usa muletas para los brazos y tiene piernas ortopédicas) va a flipar de emoción cuando vea esto. Incluir a niños con capacidades diferentes en la publicidad hace que dejen de ser un espectáculo para el público general cuando se aventuran en el mundo real. NO TIENE PRECIO normalizar las capacidades diferentes en los niños.
Asimismo, Jen espera que el aviso de Target pueda ayudar a exponer a otros niños con necesidades especiales. Buscando romper estereotipos, Target ya había publicado en 2012 un anuncio donde aparecía un niño con síndrome de Down.
De huérfana en Haití a hija de estadounidenses
Jen es madre de Jerrensia una niña de 5 años. Cuando la adoptó, Jerrensia venía de Haití. Jerrensia quedó huérfana luego del terremoto del 2010 en su país y además, padecía de una grave enfermedad: artrogriposis múltiple congénita, lo que la hacía tener problemas en sus articulaciones.
Jerrensia fue adoptada a los 14 meses de edad. La familia recurrió en innumerables tratamientos pero nada daba resultado. Finalmente decidieron amputarle las piernas y así, esperaban darle una mejor calidad de vida. La pequeña hoy se mueve con sus prótesis y con ayuda de muletas. Esto la tiene mucho más libre y feliz, ya que se puede mover por todos lados.
Desde que fue adoptada, Jerrensia ha sido luz y alegría para sus padres y hermanos de 9 y 13 años. Según su madre, la pequeña ama sus clases en el jardín infantil, el ballet, la gimnasia, el beisbol, el esquí, y por supuesto, las princesas de Disney.
Niños con discapacidades, un mundo “invisible”
Según Jen cuando la familia va de compras al mall o el supermercado, la gente olvida sus modales. Los niños a veces evitan pasar cerca de Jerrensia, nunca la miran a los ojos. Miran sus piernas y la apuntan. Esto hace que a la niña le de ansiedad. Cuando los adultos son los culpables, el hijo de Jen de 9 años se dirige a ellos recordándoles “No es de buena educación quedarse mirando”.
Una de las peores experiencias para la familia ocurrió en un viaje al zoológico, cuando los Kroll se encontraron a un grupo escolar en la zona de juegos.
“Niños, que eran suficientemente grandes para tener un criterio formado, murmureaban, apuntaban, se reían y susurraban entre sí, mirando sus prótesis”, recordó Jen. “Vi como mi hija de desplomó emocionalmente. Fue brutal para una niña de 5 años y para mi corazón”.
Ella desea que la gente sepa que los niños con capacidades especiales son mucho más que su discapacidad.
“Queremos que el mundo sea un lugar más hermoso, aceptando un lugar para ellos, donde sean vistos por su carácter, en vez de quedarse mirando lo que ellos perciben como diferencias que los asustan“.
Esperemos que, como Target, cada vez las personas con necesidades especiales se sientan más incluidas. Eduquemos a nuestros hijos para que aprendan a respetar y valorar a personas con estas capacidades diferenciadas.
Por Margarita Lira
Fotos: Today.com
