You are currently viewing Me perdí en mi pareja: cómo retomar la que fui

A la que no le haya pasado que tire la primera piedra. El amor es lo más lindo que hay y enamorarse y ser correspondida es algo que todas debemos pasar al menos una vez en la vida. Es un derecho del corazón.

Pero, ¿qué pasa cuando el amor a nuestras parejas sobrepasa tu propio amor? la mayoría ha tenido sus primeros amores desde muy chicas, digo entre al menos los 18 años hacia adelante, cuando nada era más importante que tu pareja y el pololeo era lo máximo. Con el pasar del tiempo empezamos a ser consientes de empezar a adquirir nuevas responsabilidad: la universidad o algún trabajo full time y el tiempo que le entregábamos a la relación era un poco más limitado que en nuestra adolescencia.

926337d0b6e90a1e225aa00932db06d6
Imagen: Pinterest.

Ya entradas en los veintitantos elegimos con pinzas, las desilusiones ya las tuvimos y no queremos caer en lo mismo otra vez, pero nos volvemos a enamorar locamente igual. Perdemos el control de nuestras emociones porque lo estamos pasando tan bien que nada importa, nuestra pareja es fabulosa y no paramos de admirarlo, casi que se acerca al ELEGIDO, todo es genial, admiras su trabajo, como es con el resto, como es contigo, lo acompañas a todos lados, si te pide ayuda eres la primera en solucionarle la vida, y eso no está mal, somos así porque el amor y lo que sentimos es sincero y nos dejamos llevar, pensamos que está todo bien porque la relación esta indestructible.

¿Se han sentido así? pues bien, pasa el tiempo y claramente ya no eres la misma, es sin querer, simplemente te perdiste en tu relación, ahora todo lo que haces gira en torno a él. Por supuesto él lo nota, en silencio pero lo nota, se siente amado, a gusto que su pareja lo regalonee tanto, te encuentra fantástica y para ustedes la relación va viento en popa.

Cuando llegamos al tiempo en que todo se estabiliza, crees que es el hombre perfecto y todos los días comienzan a ser “normales” para ti o parecidos al anterior, abres tu mente y tu entorno comienza a decirte a gritos que ya no eres la misma. Tu esencia cambio. Ahora no eres la que fuiste, ahora cambiaste y no para peor, ahora haces las cosas que le gustan a él y no las que te gustaban a ti. Antes te encantaba salir a conocer lugares distintos o a caminar y ahora te volviste casera porque a tu pareja le gustan las películas y ver televisión y tu encontraste que también te gustaba hacerlo, ahora aprendiste más sobre juegos de Play Station y dejaste de pintar al oleo.

No te diste cuenta del tiempo ni porque lo dejaste de hacer, simplemente tus gustos se fusionaron, ¿pero qué fue de ti? No nos damos cuenta de que ya no somos las mismas, ¿dónde quedaron tus hobbies?, ¿tus visitas a tus familiares como lo hacías antes?, tu interés por cocinar para los demás, ¿dónde está?, tu esencia se perdió y eso, siento personalmente, que nos ha pasado a todas.

Yo les quiero decir a las que han pasado por esto que no es un error, que no nos tiene que avergonzar haber sido así, como me lo han planteado a mi directamente el día en que esto me ocurrió, esto demuestra nuestra capacidad de amar, así amamos a concho, pero es un tema que hay que controlar y que cuando nos pasa nos sirve de experiencia para volver a encontrarnos. A escuchar ese disco que siempre escuchaba los fines de semana, volver a nuestras raíces. Hombres, mujeres, madres y padres pueden volver a reencontrarse, porque no solo les pasa a las mujeres, los hombres también se envuelven en sus parejas.

La invitación esta vez, es a reencontrarnos y volvernos más atractivos sacando a flote nuestra esencia.

Por @darjaral

Imagen: Pinterest.