You are currently viewing Se tu mismo y nunca te disculpes con nadie por ser como eres

Se tu mismo y nunca te disculpes con nadie por ello, no eres tú quien está mal. Son los otros quienes están equivocados por esperar algo distinto de ti y por no saber valorarte como tú eres.

Hace un tiempo una amiga estuvo en una relación en la que el chico terminó con ella porque no le gustó su forma de ser. Yo creí que se refería a sus defectos pero, por el contrario, me vi muy sorprendida cuando ella me confesó que en realidad a él le chocó que ella fuera “muy cariñosa”, es decir una de sus mayores virtudes. Mi amiga quedó llena de sentimientos encontrados y amargura, por lo que le dije que no era ella quién estaba mal, él era quien no había sabido valorarla y por lo tanto, no la merecía.

Pensando en la premisa de aceptarnos tal como somos y no acomplejarnos por lo que piense el resto, les quiero compartir esta linda carta publicada en Upsocl, escrita por Victoria Calvo.

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Nunca pediré disculpas por ser yo

Tú deberías pedirme disculpas por querer que sea algo diferente.

Había discutido con mi enamorado por sus constantes quejas acerca de lo fría, ácida o sarcástica que puedo ser. Teníamos dos o tres semanas de iniciar la relación. Las quejas continuaron, yo intenté “cambiar”, juro que lo intenté, más bien modular mi forma de responder o hablar y no es que sea malcriada o descortés, pero curiosamente para él yo respondía mal y ese era un gran problema. Al final después de mes y medio decidió terminar la relación porque no podía con mi forma de responder, o con mis “dramas” y engreimientos.

Debo confesar que me dolió horrible, sentía que el problema era yo, que debía cambiar mi forma de responder, que debía ser más dulce cariñosa, tierna, que debía cambiar mi forma de hablar, pero la verdad era ¡no gracias! ¿Por qué debía cambiar mi esencia para estar con alguien?, ¿para que alguien me quiera? Porque claramente si me hubiese querido como dijo (con “te amo” incluido) me hubiese aceptado como soy, ¡porque eso sí es amor!

Después de casi una semana sin comer, me di cuenta de que el problema sí era yo, como me lo dijo un gran amigo, ¿por qué? Porque me dejé, intenté cambiar, ¡creí que intentar dominar mi esencia era lo mejor en pro de la relación! Pero vamos, tenía un mes con él, dejé que me manipulara, y él no fue malo conmigo, fui yo la que se hundió sola, era más mi hambre de tener una relación, de sentir que me querían, de que alguien me avalara y por eso me aferré tanto a una relación en la que en menos de un mes, ya me sentía corta, sentía que tenía que pensar dos veces lo que decía, calculaba reacciones, movimientos. Relación en la cual sentía que no podía quejarme, reaccionar, en la que tenía que ser un maniquí.

Yo sí di todo de mí, fui cariñosa, atenta y demás, e intenté tener una relación, pero ese fue el problema, que intenté, las relaciones no deben requerir de esfuerzos, menos cuando recién empieza, nadie debe decirte como debes comportarte o qué debes decir, si la persona que está a tu costado se queja constantemente de alguna cualidad tuya, simplemente no valora lo que en verdad eres, me di cuenta tarde y tuve que esperar a que él no pudiera manejar la situación. De verdad, agradezco haberme cruzado con él, tenía razón, lo mejor fue haber terminado, él no necesita una chica como yo, que hable, que exprese sus emociones, que diga lo que piensa, que sea natural, o como dice él, que haga problemas.

Ahora ya no tengo miedo de ser yo, siempre dije que nunca seré la chica que quede callada, pero esta vez lo hice, siempre he expresado mis emociones, y eso no se llama capricho, se llama ser auténtica, no dejaré de ser yo, no dejaré de ser sarcástica, ni ácida, porque también soy cariñosa y atenta y si alguien se lo merece le doy todo mi amor, esta vez me equivoqué, creí querer a alguien más de lo que realmente era, y él hizo lo mejor que pudo hacer, terminar una relación donde no se sentía feliz, su error fue jurar amor y el mío creérmelo o forzarlo, no fue terminar la relación, porque al final,fue una relación bonita y sé que también lo intentó.

Odié creer que había fracasado, que algo había hecho malo, vi venir esta situación con él, porque algo no me cuadraba, porque no me sentía yo, más bien, porque estaba dejando de ser yo, pero eso no era verdad, no había fracasado en nada, no había hecho nada malo, más que ser yo, tengo personas maravillosas a mi lado, y las personas con las que he estado me han querido por como soy, mis amigos saben cómo soy y más importante aún, yo sé cómo soy, y soy esa loca, dramática que exige explicaciones, que dice lo que piensa y así soy feliz, porque por muchas veces que me haya caído y levantado he aprendido que primero estoy yo, segundo yo, y tercero yo, y que no necesito que nadie me avale o me apruebe, finalmente, quien tiene que aceptarse como es, es uno mismo, luego vendrán todas las aventuras que quieras.

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Por Victoria Calvo

De: Upsocl

Foto: we heart it