Cada vez más niños les dicen a sus padres que no quieren comer carne ni derivados de animales porque hoy ser vegetariano no es sólo un tema de adultos: los pequeños también están decidiendo de qué se alimentan como ensaladas o veduras. No sólo eso, además existen casos de menores que simplemente no pueden digerirla.
Según la nutrióloga infantil Ximena Raimann, hay algunos casos de niños que efectivamente no toleran la proteína animal porque les produce algún malestar digestivo. También hay situaciones en donde han visto videos de cómo sufren los animales y desde entonces, no quieren probar un bocado más. Independiende de cuál sea la razón, queremos tomar los mitos que existen para conocer cuál es la realidad de ser vegetariano.
Ser vegetariano: ¿cómo afecta a los niños?
Para la directora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la U. de Chile, Verónica Cornejo, este es un tema serio. Ella explicó que: “Algunos estudios en niños con una alimentación ovolacto vegetariana mostraron un crecimiento idéntico al de niños que recibían alimentación omnívora. No ocurrió lo mismo con los niños veganos, ya que éstos tenían una talla más baja y eran más delgados”.
Ser vegetariano no es lo mismo que ser vegano, estos últimos no consumen ningún tipo de derivado que venga de un animal como huevos, ni leche, chocolate y la lista sigue.
Es por eso que siempre hay que tener en cuenta las futuras repercusiones que eventualmente pueden llegar. Ella agregó que como se ha detectado una asociación entre los trastornos de la alimentación y la adquisición de una dieta vegetariana, un profesional debe ser el encargado de llevar los casos de los menores. Así se tendá certeza que el cambio en el hábito alimentario no será para peor.
Lo mismo piensa el presidente del Colegio de Nutricionistas Universitarios, Samuel Agüero, quien dijo que un niño puede ser vegetariano a cualquier edad siempre y cuando tenga una dieta equilibrada y planificada.
Para esto hay que tener en cuenta que ser vegetariano no es simplemente comer ensaladas o verduras, también se necesita la ingesta de leguminosas (por lo menos tres a cuatro veces por semana), además de huevos u otros para que el menor no presente anemia u otros trastornos asociados a la falta de proteínas, hierro y zinc.
Ser vegetariano: el peligro de las dietas estrictas
Para Humberto Soriano, director de la Sociedad Chilena de Pediatría, cualquier tipo de dieta vegana que excluya la carne, huevos y demás puede ser muy peligrosa si no se toman suplementos. No es lo mismo si un niño deja la carne pero continúa consumiendo proteínas. Según Soriano si no hay un especialista o nutricionista detrás de un niño vegetariano, las cosas podrían complicarse.
Lo mejor es no ser tan drástico cuando se trate de la alimentación y si uno busca soluciones viables, el panorama será más saludable para el pequeño. Por ejemplo si no le gusta la leche de vaca, puede tomar otras que sean de soya, vegetales o incluso de frutos secos como la almendra. Incluso si no le gusta la leche, puede comer brocoli que es un suplemento con mucho calcio.
Para que puedas conocer más sobre qué dieta sería optima para tu pequeño, puedes revisar la siguiente inforgafía, pero no se te olvide que debes consultar a un especialista para hacer un plan a seguir.
Por: Catalina Grez M.
Imagen: Pinterest.
