You are currently viewing “Somos Todas Testigos” Una Columna de @NereadeUgarte

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Como todas saben, yo trabajo con mujeres. En mi consulta se sienta cada día una mujer con una historia diferente. A veces me abstraigo de la situación en la que me encuentro y siento que soy una afortunada de ser testigo de tantos relatos, de tantas alegrías, de tantas desilusiones y a veces, de tanto dolor.

Una de las primera enseñanzas en mi Escuela de Psicología fue que debemos generar la capacidad de no involucrarnos emocionalmente con nuestros pacientes, ser lo más neutra posible y que a momentos “la cara de póker” podía ser efectiva…

Que manera de meterme esos aprendizajes al bolsillo…

No hay nada que disfrute más que compartir su alegría, emocionarme con sus logros, reír con sus risas, en fin, mostrarles que hablan con un ser humano que conoce lo que sienten y no con un robot sin vida afectiva.

Algo que efectivamente siempre he conservado es la neutralidad, jamás emitir un juicio de valor y dejar mis creencias fuera de la puerta de la consulta. Pero hay sólo un tema que me moviliza por dentro cuando lo escucho de una mujer, sólo un tema que me provoca ganas de acompañarla de vuelta a su casa, llamar a toda su familia y amigos y romper su silencio del cual cree que jamás podrá escapar: una mujer maltratada.

Es en estas situaciones cuando me sale la mujer que llevo adentro y la psicóloga vela por su ausencia, me dan ganas de gritarle: ¿Porqué sigues ahí?… Cómo terapeuta lo entiendo, pero como mujer me es imposible no involucrarme…

Existe una relatora Leslie Morgan Steiner que realiza conferencias por el mundo hablando sobre su experiencia como mujer maltratada y su charla precisamente busca responder esa misma pregunta: ¿Por qué sigues ahí? ¿Por qué una mujer se queda al lado de un hombre que la golpea o la maltrata psicológicamente? En ésta explica que hubo muchísimas veces que se vio con un arma en su cabeza y el hombre que ella amaba con locura era quién la amenazaba de muerte. Y responde que la razón de porqué no se fue, era por terror, porque el 70% de los femicidios ocurren después de que la víctima termina la relación.

El maltrato es transversal: puede pasarnos a TODAS. Más allá de nivel socioeconómico, educación, religión o raza, todas somos vulnerables a sufrirlo, ya que no estamos educadas para leer esas señales desde el comienzo.

Preguntas que he escuchado de mujeres que dejaron pasar señales de sus parejas maltratadoras: “¿Y vas a salir maquillada así? ¿Porqué te pusiste labial rojo si vas a trabajar? ¿Dónde crees que vas con esa falta tan corta? ¡No me gusta que te juntes con tus amigas tan seguido, parece que las prefieres a ellas! ¡Pareces puta con esos zapatos tan altos, ponte unos de señorita! ¿Te fijaste como te miró el tipo en el ascensor? ¿Porqué te miró así? ¿Lo has visto antes? ¡Lo has provocado seguro! ¿Te encanta que te miren todos cierto? Bueno yo quiero una polola no un llavero para lucir…, He pensando que para poder confiar en que te portas bien me deberías dejar tener tus claves de Facebook  y mail…, no me gusta juntarme con tus amigos, hablan puras tonteras, quedemos juntitos los dos, no necesitamos a nadie más. Tu familia lo único que hace es hacerte daño, pasemos la navidad los dos juntos nomás, para que vas a ir para allá”.

Esas son señales, son primeras señales, y si no estás sólida como mujer respecto a tu identidad o crees que eres la única que lo entiende por los problemas de inseguridad que vienen de su difícil infancia (que te debe haber contado y tu viniste a ayudarlo), van a seguir sucediendo. Estemos alerta, no validemos entre nosotras estos actos, somos TODAS testigos cotidianas de estas historias…

Psicóloga y Directora de Mujer y Punto Nerea de Ugarte