Son muchas las personas que aman cuidar a los animales, pero lamentablemente no todos comparten ese pensamiento. Muchos dueños prefieren abandonar a sus mascotas y los dejan atrás sin ningún remordimiento, los desechan en las calles y sin importarles qué pasará con ellos, se van de sus lados. Hay gente que realmente no piensa en el bienestar de los amigos de 4 patas, pero no todas las historias terminan así porque todavía quedan buenas personas que gracias a sus grandes corazones pueden darle una segunda oportunidad a los animales.
Esa es la historia de Osi, un pequeño perrito que si no lo hubiesen rescatado quizás ya no estaría en este mundo. Todo comenzó en Paraguay cuando un joven llamado Víctor Vega y su amiga Nancy encontraron un cachorro que realmente necesitaba ayuda. El perrito tenía una infección grave y requería una operación urgente en su ojo, pero fue dejado por su dueño quien quizás porque no quiso correr con los gastos de la cirugía.
Nancy que ya era dueña de 3 perros se encontraba en su hogar cuando al salir se encontró con Osi, de aproximadamente dos años. Según ella el estaba: “sucio, con greñas y con un ojo totalmente agusanado y con un olor bastante fuerte”. Siendo una amante de los animales, no dudó ningún segundo en socorrerlo y fue así como decidió adoptarlo.
Fue así como le mostró a Víctor a Osi y juntos quisieron hacer todo lo que estaba en sus manos con tal de ayudarlo. Víctor explicó que nadie quiso ayudar al perrito por su difícil condición, pero no se quedarían de brazos cruzados. Nancy consiguió que le hicieran una curación y que además le quitaran los gusanos, pero como el ojo del perrito seguía botando líquido tuvo que someterse a una cirugía para limpiarlo.
Lamentablemente el ojo de Osi continuaba mal y después de hacer otra visita al veterinario, decidieron que la solución más viable era extriparlo porque los gusanos seguían apareciendo. Como Nancy (que ya tenía 3 perros) no pudo seguir haciéndose cargo del cachorro y de sus gastos médicos, Víctor quiso adoptarlo y prometió darle una vida mejor.
Después de un par de días de la cirugía y antibióticos, Osi ya estaba listo para volver a su nuevo hogar. Su herida fue cerrando poco a poco y ahora vive una vida feliz y sana junto a su dueño que le salvó la vida.
¿Verdad que es una historia increíble?
Por: Catalina Grez M.
Imagen: Fuente.
