Con varios 4X4 y un minibús cargadísimos partimos con nuestro overland de 27 dias por el altiplano.  15 alemanes  energéticos, todos de más de 40 años, con hambre de montaña,  comienzan la expedición por el desierto más árido del mundo para así sumar otras travesías a su larga lista en las montañas más altas del mundo.

Los primeros tres días son de trekking,  de aclimatación  a la altura, cada día aproximadamente 10 horas de caminata en áridos paisajes desde San Pedro hasta el poblado de machuca, pasando por San Bartolo y Río Grande, para luego trasladarse hasta los  Geysers del Tatio en vehículo  y  acampar a 4100 metros y comenzar la primera ascención, la mas suave de todas, al cerro soquete (5.408 m.sn.m.) .

Luego volver a San pedro de Atacama por un breve receso de un par de días van por el segundo cerro, el Toco  (5.6.16 m.s.n.m.)  en las cercanías de San Pedro para después iniciar la parte mas pesada que es la ascencion del  Volcan socompa (5250 m.s.n.m)  y Llullaillaco (6739 m. s.n.m)

Los vehículos van y vuelven entre los campamentos bases y San Pedro para surtir al grupo de alimentos y especialmente bebestibles que aseguren la supervivencia en la montaña. Debe haber siempre un vehículo para salir en caso de emergencia y otro que permanezca siempre junto al grupo.

Cada dia el vehículo de transporte de encargos vuelve con mensajes de felicidad y también de dificultades. Mi labor es cumplir hasta con el más exigente  de los pasajeros desde el primer hasta el ultimo dia de la expedición…más abrigo…más comida…menus especiales…remedios…más coca cola…sea cual sea la petición debo estar atenta a cada una de ellas.  Y así es como Incahuasi se hizo su reputación “cada turista es un turista” y todos tienen  su derecho a  pedir el servicio que necesitan y según los recursos disponibles se hace una oferta de acuerdo a la petición.

Al regreso vienen todos felices, cansadísimos pero nadie tan cansado como para perderse el gran asado de celebración. Al día siguiente como que nadie hubiera subido un cerro…. se levantan muy temprano y nos dirigimos hasta pan de azúcar en la tercera región para acampar tres días, descansar, comer pescado fresco, tomar mucha cerveza…solo como los alemanes saben hacerlo…dormir y disfrutar de puestas de sol espectaculares al lado del mar.

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Antes de la partida siempre hay una reunión donde todos hablan brevemente de su experiencia y agradecen  la oportunidad de haber participado en la travesía…besos, abrazos y  un”hasta el próximo año” de la mayoría de los participantes que vuelven cada vez por una montaña diferente, pero siempre con Incahuasi.