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Hace algún tiempo me hicieron algunas preguntas para una nota en un canal nacional relacionadas con el color de la ropa interior: ¿depende de la personalidad de la persona? ¿si eligen “tal” color significa algo? ¿las que eligen rojo son más apasionadas? Mi respuesta fue inmediata: “no tengo la menor idea”. Me miraron un poco perplejos, y seguí con mi explicación; “me parece que dar una respuesta de ese tipo, es como agarrar un manual de sueños e interpretar que soñar con dientes significa que vas a tener plata”. Creo que la elección de un color tiene que ver con la historia de quién lo elige y no se podría generalizar sobre sus significados.

Al final, llevamos la entrevista por otro lado del cual me aferré para transmitir lo que realmente hago y estudio: educar y orientar sobre la salud, las relaciones interpersonales y la sexualidad humana. Es aquí donde entre colegas se cuestiona bastante la exposición de nuestro trabajo: en qué medios publicas, en qué programa apareces o qué entrevista diste en el diario. Y debo admitir que en el comienzo de mi carrera era bastante crítica sobre lo mismo: “sólo por la plata” ó “se vendió al marketing”, en fin, si un profesional de la salud se hacía público, ya no me parecía tan serio.

Con el tiempo he comenzado a “morderme la lengua” y la pregunta que hoy me hago cada vez que me piden alguna opinión profesional es: ¿has pensado que por esta respuesta puedes abrirle los ojos a mucha gente? Y así ha sido. Me he percatado que cuando uno sabe o estudia temas que son de interés y que tienen que ver con el bienestar integral de una persona, es una responsabilidad social transmitirlo a nuestro entorno. Existe muchísima información sobre prevención sexual, patologías, infecciones, trastornos, etc., pero muy poca sobre cómo se construye y se logra el placer y la vida de pareja satisfactoria. ¿Y quién me va a negar que no es una parte fundamental de la salud humana?

Por lo mismo me gusta escribir, relatar lo que aprendo, abrir los ojos.

Hace algún tiempo, buscando información y leyendo columnas en diversos medios comunicacionales de la red, me encontré con una frase  que me obligó a sentarme y pensar respecto a lo fugaces que somos los seres humanos para disfrutar los momentos (principalmente las mujeres); “vivir sin el temor de que por estar regresando a lo conocido, me estoy perdiendo algo nuevo” (Andrée Burgat, columna en Blog de televisa) .

No sólo en la consulta, sino también en las charlas y en la vida cotidiana, me la paso escuchando “nuestras quejas”. Me cuestiono si tiene que ver con que las mujeres somos mucho más autoexigentes o con que nos gusta “boicotear” nuestra felicidad. A veces hasta he pensado que muchas sienten que no se la merecen. Y la frase citada da justo en el clavo, nos invita a disfrutar, a “ponernos un gran signo PARE frente a los ojos” y permitirnos sentir. Simplemente estar en el lugar que estoy, disfrutando de estar aquí y agradeciendo poder hacerlo. Muchas veces cuando leía ideas como la que acabo de plantear, no dejaba de pensar en que me parecía: “de la boca para afuera”, algo así como “que por disfrutar el momento no te va a cambiar la vida”.

Sin embargo hoy me atrevo a decir que mientras más podamos estar en “este momento” (aquí y ahora), con la gente que elegimos compartir nuestra vida, y mirando lo increíble que es poder hacerlo, se disfruta más, mucho más. No siempre es necesario aplazar la felicidad a metas, viajes, inversiones o lugares exóticos… si uno realmente quiere, puede sentirla en cualquier lugar.

Y es aquí donde reflexiono en que como género somos fascinantes y a la vez, tenemos capacidades inimaginables para disfrutar momentos que los hombres, no entienden que podamos disfrutar: ¿qué otro ser vivo disfruta cuando se hecha crema en el cuerpo? ¿Cuándo sale de la ducha y el pelo queda con un olor a shampoo exquisito? ¿Pasar por una zapatería y cotidianamente enamorarse de un par diferente? ¿Tocarse las piernas mientras estás depilada y sentirse increíblemente atractiva? ¿Hacerte la manicure y luego mirarse las manos y sentirte de lo más femenina? (respuestas que me dieron en twitter y facebook ante la pregunta ¿qué te hace sentirte y disfrutar ser mujer?). Y así es, hoy no importa cuantas cosas puedes hacer al mismo tiempo, o si nadie la hace mejor que tú en casa…Hoy importa sentir, disfrutar y vivir, como si cada momento fuera una experiencia única y sorprendente: “sin el temor de que por estar regresando a lo conocido, me estoy pierdo algo nuevo”.

Pd: acuérdense la última vez que miraron por un caleidoscopio… simplemente basta con darle una vuelta y sorprenderse por todos los colores nuevos que te puede mostrar.

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link de la nota donde aparecen las preguntas: http://www.chilevision.cl/home/index.php?option=com_content&task=view&id=331224&Itemid=1947