Actualmente en nuestra sociedad la alimentación natural o vegetariana ha ido tomando un papel sumamente importante, no solo como una opción de alimentación sana, sino también como una forma de vida concordante con el respeto por la vida animal. La forma de crianza y tortura a las que son sometidos los animales con el solo fin de llenar estantes en supermercados, ha hecho que las personas se vuelvan más conscientes de sus hábitos alimenticios.

Nuestra evolución ha sido clara, los primeros en nuestra especie eran cazadores y recolectores, por lo que iban en busca de alimentos para obtener energías y seguir con su día a día. Todo esto fue cambiando a medida que la especie racionalizó más su comportamiento. Posteriormente, reyes o señores de la alta clase quienes poseían más dinero, tenían mayores posibilidades de adquirir diversos alimentos. Sin embargo, todo era excesos.

Lo antes mencionado no se aleja mucho de la realidad actual: se ha perdido el sentido de alimentarse para vivir y pareciese que, al contrario, “vivimos para alimentarnos”. El comer se ha vuelto algo que hacemos por diversión, placer, o para satisfacer alguna otra necesidad que no necesariamente tiene que ver con el hambre. Sumado a esto, la cantidad de sustancias tóxicas que ingresan a nuestro cuerpo diariamente a través de los alimentos (grasas trans, azucares refinados, preservantes, colorantes, etc) hacen en definitiva que nuestra dieta no sea tan saludable como esperamos que sea.

Es por ello que el vegetarianismo se ha vuelto una opción más común en la actualidad. Esta dieta está basada en el consumo de verduras, frutas, cereales, legumbres y semillas, ya sean crudas o cocidas. Los cuestionamientos a estos tipos de alimentación se basan en los posibles déficit nutricionales que pueden generar, especialmente de sustancias que son esenciales y cuyo consumo diario es sumamente importante como es el caso de las proteínas, el Calcio, el Hierro y por supuesto la vitamina B12.

Dentro del vegetarianismo, existen derivaciones de esta misma dieta, como por ejemplo, las dietasovolacteo vegetarianas, vegana o vegetariana estricta y crudivegana.

1. Dieta ovolacteovegetariana: además de los alimentos antes mencionados, incluye huevos y productos lácteos. De esta manera, se cubren los requerimientos diarios de proteínas, calcio y vitamina B12.

2. Dieta vegana o vegetariana estricta: en este caso, los individuos evitan cualquier alimento de origen animal o cuya composición contenga trazas (ya sea leche, huevos, carne, etc). Una de las opciones para suplir la “falta proteica” es consumir productos derivados del gluten (proteína del trigo). En tiendas vegetarianas existen diversas alternativas fabricadas a partir del gluten, como los bifes de gluten, las salchichas de gluten, cecinas y salames de gluten.

Las personas que siguen esta línea de alimentación deben ingerir suplementos de B12, dado que esta vitamina se encuentra fundamentalmente en productos cárneos. La B12 es fundamental para el metabolismo y el mantenimiento del sistema nervioso, por lo que es de suma importancia consumir estos suplementos.

3. Dieta crudivegana: Este tipo de alimentación, tal como su nombre lo dice, es vegana o vegetariana estricta. Esto significa que los individuos que la siguen no consumen productos de origen animal, pero además de ello, tiene la salvedad de que solamente se consumen productos crudos. Ningún alimento es sometido a cocción ya que, de esta manera, se aprovechan mucho mejor los nutrientes.

En general, los individuos que siguen las dietas antes mencionadas se preocupan mucho de conocer sus alimentos y reconocen muchos derivados de productos animales al leer el etiquetado nutricional y los ingredientes del producto que desean adquirir. Además de esto, aquellas personas que se declaran veganas no solo se preocupan de no ingerir alimentos de origen animal, sino que también evitan todos aquellos productos (ya sea ropa, maquillaje o algún otro) que impliquen cualquier grado de abuso animal.

Cabe mencionar que existe una gama de alimentos que se han vuelto importante para las personas vegetarianas y veganas. Es el caso del Cochayuyo, la Chía, la Quínoa, la levadura de Cerveza, entre otros. Estos productos poseen muchas propiedades nutricionales que pueden ser parte de una alimentación natural, supliendo de esta manera los nutrientes críticos cuestionados anteriormente.

Estas dietas son completamente posibles de realizar, siempre y cuando se lleve un control de los alimentos ingeridos de manera que se cubran los requerimientos individuales de cada persona. Sin embargo, es importante tener en cuenta que todo cambio de alimentación debe ser estrictamente vigilado de manera constante por profesionales de la salud, específicamente un Médico y un Nutricionista.

Por Camila Hagedorn L.
Nutricionista
Instagram: @nta.camilahagedorn

Foto: rakelederra.com