¡Bésame!
Es bastante común, cuando uno comenta que es psicóloga, y más aún, especialista en sexualidad, las personas tiendan a generar una extraña, pero bastante comprensible disposición “paranoica” en las conversaciones. Donde en cada pregunta que uno hace y aunque sean situaciones lo menos parecidas a un encuentro terapéutico, tienen la sensación “de que los están analizando”. No siempre es así, hay momentos en que uno tiene la habilidad de escuchar sin comenzar a asociar temas, ni tampoco profundizar en cosas que pertenecen a lo cotidiano de la vida. Sin embargo, en el momento en que uno decide ponerse los lentes de psicóloga y adentrarse a estudiar la mente humana, es un arduo trabajo olvidarlos en la consulta y observar el mundo sin ellos. (más…)