Te invito a leer esta nota de Jessica Ramos de Historias en mis 30 para entender que ser independiente, tener amor propio y amar a otra persona, no son factores incompatibles. No importa si tienes 20, 30, 40 o 50, el amor propio es una cualidad que debe cultivarse en todo momento de la vida.

¿Eres de las que no soporta estar en una relación donde más que pareja pareces el siamés del otro? ¿Eres de las mujeres que no puede entender que alguien no tenga su espacio y amistades aún estando locamente enamorada? ¿Eres de las que comprende que tu pareja no puede convertirse en el centro de tu universo? Bueno, entonces esta es tu nota.

No se anula en nombre del amor

Las películas y novelas rosa nos llenan de pajaritos la cabeza, ya que nos indican que cuando uno ama, uno debe entregar hasta el hígado, que uno debe ser capaz de postergarse y anularse hasta la más mínima expresión por ÉL.

Leerlo seguramente suena ridículo pero les doy unos ejemplos y se darán cuenta que los casos abundan: mujeres que dejan sus carreras por solventar la de él, mujeres que dejan de hacer lo que amaban porque a él le molesta o le incomoda, mujeres que dejan de hablarle a una amiga o amigo porque a él le cae mal, mujeres que se apartan de su familia y más cercanos porque él así lo necesita por alguna razón. Puedo seguir. Las mujeres resueltas y que aman sanamente no ponen al otro en prioridad número 1, 2 y 3, se ponen a ellas, eso no se llama egoísmo, se llama amor propio.

No acepta espectáculos de ningún tipo

Y esto incluye escena de celos ridículas, rastreos de correos o redes sociales y entrega de claves personales como prueba de confianza.

No aguanta ni un insulto ni una cachetada

Una mujer que se ama, a la primera muestra o señal de violencia de cualquier tipo (garabato, empujón, zamarreo, tirón etc), deja las cosas hasta ahí no más sin dudar ni dar segundas oportunidades. Una mujer sana de mente y corazón jamás aceptaría una relación tóxica.

No convive de inmediato

La sociedad, Walt Disney y Hollywood son los peores enemigos del amor,  ya que siempre nos andan decretando cómo tenemos que vivir las relaciones y lo que tenemos que sentir, más aún a los 30 y tantos. Y uno de los decretos es que cuando se está en pareja hay que irse a vivir juntos luego, porque de lo contrario no es algo serio o se te pasará el tren.  Bueno, para una mujer resuelta  e independiente esto es sinónimo de estupidez y ahogo. Lo ideal  es tomarse las cosas con calma. Cuando llegue el momento de convivir,  si es que llega, se sentirá y sin dudas. Tiempo al tiempo.

Viaja sola

Aún estando en pareja, ella sigue viajando sola si es que le gusta hacerlo. No porque está en pareja se coarta de viajar sola y seguramente si su otra mitad empieza a hacer “shows” por esto, éste se irá ligerito al baúl de las pelucas.

Sale sin el novio

Ir para todos lados con la pareja a los 15 años y hasta los 20 y tantos es aceptable, pero ya hacerlo siempre a los 30 y tantos  se ve algo, (espero no herir sensibilidades con esto), desequilibrado.  Si tienes una pareja, y eres una mujer independiente,  no tienes ningún problema con ir al  happy hour sin el novio. Ahora, hay que aclarar que esto incluye el no permitir que él esté llamando o chateando cada 2 segundos preguntando a qué hora te vas o si te queda poco. No vale así.

Toma su tiempo a solas

La mujer de 30 años que es independiente no se cuestiona para nada si es que un día en vez de salir con el novio o con la amiga, prefiere quedarse en casa, mirando el techo. Ella entiende que el tiempo a solas con sus pensamientos y sentimientos son vitales para tener una vida feliz y equilibrada.

No deja botadas a las amigas

Probablemente todas hemos cometido el error de preferir al novio que a la amiga incondicional y fiel. Sin embargo, con el paso de los años, una se da cuenta que al final son los amigos los que quedan, mientras que los pololos van y vienen, por ende, hay que respetar a las amistades no sólo de boca, sino que a través de acciones, dedicarles tiempo, hablar con ellas, juntarse para tomarse un trago, generar lazos. Hay un dicho muy cierto “el que se ausenta mucho, pronto deja de hacer falta” y si no quieres quedar botada, mejor ponte las pilas.

Se da tiempo para hacer lo que le gusta

Ella no se olvida de que tiene otros intereses además de salir con él, que le gusta, por ejemplo,  el cine, escribir, andar en bicicleta, leer, etc. Por ende, siempre se da el tiempo para realizar estas actividades y no las posterga por estar con el otro porque ella sabe bien que quien la ame de verdad, le dará ese espacio.

Pone límites

Siempre se tiene esta idea de que a la hora del amor todas las mujeres nos ponemos sumisas y geishas, que de lo contrario, no es amor o no estamos enamoradas. Una mujer que ama sanamente sabe ponerle límites al otro,  sabe decir fuerte y claro cuando algo le molesta, no hace berrinches ni pucheros y no responde con “no me pasa nada” cuando se le pregunta por lo que le pasa.

Por Jessica Ramos

Historias en mis 30

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