You are currently viewing Carta abierta al Viejito Pascuero @macavalenzuelas

Viejito:

Deben haber pasado unos 20 años desde la última vez que te escribí, no me culpes… es solo que la agitada vida que llevaba entre ir al colegio y salir a jugar con mis amigos, me quitaba mucho tiempo. Sin embargo, hoy necesito hacerlo, necesito que leas esto y por favor hagas un espacio en tu apretada agenda por estos días, para mí.

No te escribo para pedirte cosas materiales, tampoco para que arregles el mundo en una noche, jamás te pondría esa tremenda carga… Solo te escribo esta carta porque necesito saber que estás ahí… y que tu magia, hará todo lo demás.

Te resumo, los primeros recuerdos que tengo de navidad son siempre junto a mi familia, buscándote en la plaza horas antes de las 12, mientras mis papás ponían los últimos regalos en el árbol. Cuando ya entraba en la pre-adolescencia, llegó mi hermana menor y la fecha volvió a cobrar sentido… Había otra vez un niño en casa para escribirte la carta pidiendo regalos, portándose bien para no pasar a tu lista negra, y esperando tener suerte para verte volar en tu trineo. Ya cuando fue ella quien dejaba de creer, llegó nuestro primer sobrino, el regalo más lindo que nos ha dado nuestra hermana mayor y, nuevamente la magia nos envolvió. Este año, la historia se repitió. Llegó un hermanito para Gaspar que nos hizo a todos volver a esperar esta fecha con ansias, dándote más vida que nunca, no por los regalos, sino que por el nudo en la garganta que nos provoca tu imagen de gordito barbón, repartiendo alegría por el mundo -no te ofendas por lo de gordito, es con cariño-… Sin embargo viejito, esta vez yo no estaré ahí.

Como sabes, hacer este viaje significó un mundo. Me reencontré conmigo y me he sentido más feliz que nunca… Hasta ahora. Estaba tan embobada con todo lo que he conocido en estos meses, que solo hoy me di cuenta que esta semana es navidad… la semana más linda de todo el año, y las ganas de tomar el primer vuelo hacia Chile no se van.

Sabía que era el precio de esto, perderme fechas tan importantes como el cumpleaños de mi mamá o la primera navidad de Santiago, el último en integrarse al clan, y sí… lo acepté y acá estoy. Sin embargo, jamás imaginé la pena que se siente no tenerlos cerca. Dime mamona, familia-dependiente, o lo que quieras, pero incluso cuando no vivía con mis viejos, nos las ingeniamos para pasar estas fechas siempre juntos, aún con una hermana viviendo en Rancagua y un papá que un par de veces tuvo que trabajar, pero sé que todo eso lo recuerdas.

Y es precisamente por eso mismo que te escribo, porque sé que entiendes lo que estoy pasando… estoy segura que sabes lo importante que es esta época para mí y lo difícil que es estar viviéndola lejos… Te escribo viejito porque necesito sentirme cerca, sentirlos aquí conmigo y nadie más que tú, puede hacerlo.

Por favor, no dejes que mi mamá sienta pena… hazla pasar la mejor noche de su vida, llena de risas, alegrías y con la esperanza de que el próximo año será mil veces mejor. Por favor, haz que mi papá se sienta el abuelo más amado del mundo, está viejo y aunque se cree joven aún, todos sabemos que hasta los virus de facebook lo hacen llorar. Para mis hermanas te pido… a la mayor, hacerla entender que es la mejor mamá del mundo y que hay veces en que no podemos controlarlo todo, pero eso también es bueno, de repente tenemos que solo vivir. A la menor, hazle saber que no queremos arruinarle la vida, que no nos odie por querer saber sus cosas y que siempre, sea lo que sea, acuda a nosotros por ayuda, nadie la va a amar y cuidar más que sus dos hermanas mayores, que algo saben de la vida. Para mi cuñado, solo te pido viejito, que siga siendo el marido y padre que es, jamás vi a mi hermana tan feliz… Dale las gracias por eso. A Gaspar hazlo sentir el niño más amado del planeta, que jamás se sienta desplazado por nada ni por nadie, ningún niño merece sentirse así. Perdónalo viejito, sus travesuras son solo eso, y aunque te prometa todos los años portarse bien, te juro que lo intenta, soy testigo de eso. Por otro lado, este año conocerás a Santi, esta es su primera navidad y no creo que entienda mucho aún, sin embargo lo haré creer en ti por sobre todo, lo único que te pido es que sea un bebe feliz.

Finalmente y como favor especial, hazme sentir cerca. Sé que tienes mucho trabajo y que probablemente ni tiempo tendrás de leer esto, pero parte de la magia que significa creer en ti, es eso, creer que puedes lograrlo, y hoy te escribo esta carta con más fe que nunca… El resto, lo dejo en tus manos.

Atte,

Maca Valenzuela S

Foto de: yonoseespanol.blogspot.com