La consciencia que se debe tomar con respecto a la preservación de los bosques es inmediata. Los bosques resultan ser escenciales para la vida en el planeta, ya que son el origen de una gran parte del agua dulce del mundo, además de albergar innumerables especies y de ayudar a evitar el aumento insostenible de la temperatura mundial. Por otra parte, los entornos forestales suponen una fuente renovable de alimento, madera y medicina.

Lo triste, es que cerca de 13 millones de hectáreas de bosques en el mundo son eliminadas cada año para ser destinadas a diferentes usos. De hecho, ha sido tanta la aceleración de la desforestación que hoy nuestro planeta alberga tan sólo una cuarta parte de sus bosques originales.

Debido a esto, es que los países de América Latina se han unido en un proyecto que busca reducir las emisiones por desforestación y degradación forestal (REDD+). Este proyecto propone a los países desarrollados distintos mecanismos para pagar por el carbono que no se emite a la atmósfera como resultado de la conservación de los bosques. También propone a los países en vías de desarrollo algunas iniciativas para reducir las emisiones de las tierras forestales.

Todo esto se hace pensando en que cualquier actividad ambientalmente inteligente que se haga hoy puede tener consecuencias muy importantes en el futuro. Así como Latinoamérica se ha unido en un proyecto común, en países como Chile, México y El Salvador ya están llevando a cabo algunas medidas para reducir el impacto ambiental y conservar los entornos forestales.

Por ejemplo en Chile, la principal causa de la degradación forestal es la demanda de leña y maderas, por lo que se ha invertido, con el apoyo del Fondo Cooperativo parael Carbono de los Bosques, cerca de un millón de dólares con el objetivo de fortalecer y mejorar la comunicación con las comunidades locales y también para lograr evitar la degradación causada por la recolección de leña.

Por su parte, México ha apostado por sacar partido a sus experiencias positivas sobre gestión de recursos naturales, y combinarlas con financiamiento de distintas fuentes, para así ayudar a comunidades rurales a gestionar sus recursos y generar ingresos adicionales a través de productos y servicios forestales.

El Salvador apenas conserva un 2 por ciento de su superficie forestal original por lo que se están centrando en reforestar y renovar el paisaje, además de restaurar las zonas naturales degradadas.

Esperamos que las iniciativas por esta causa sigan sumando en todos los países del mundo, ya que la preservación de los bosques es fundamental para el ser humano y la vida en la tierra. 

Por: Fernanda Urzúa M.

Foto de:todosloscaminoshaciati.blogspot.com