mujer comiendo

Un estudio reciente desarrollado por unos investigadores de la Universidad de Miami, en Estados Unidos, encontró que las malas noticias pueden funcionar como un detonante que active la necesidad de comer, y lo que es peor, la elección en estos casos tiende a ser la de alimentos altos en calorías.

Para llegar a esta conclusión les dijeron a los participantes que se trataba de una prueba de sabor para un nuevo tipo de chocolates y los pusieron frente a dos envases con los mismos dulces, pero les dijeron que uno contenía las golosinas altas en calorías y el otro las tenía de bajo contenido calórico.

Antes de hacer la prueba, les enseñaron a los participantes imágenes con frases neutras o con enfrentamientos y adversidades, y al finalizar el análisis detectaron que quienes recibieron mensajes sobre la dificultad de la época que estamos viviendo comieron casi 40 por ciento más que los que vieron mensajes neutros, y alrededor de 70 por ciento más dulces altos en calorías. Mientras  que quienes vieron imágenes neutrales comieron cantidades similares de ambos chocolates.

Esto demuestra que el sabor no sería lo que provocó el deseo de comer las calorías. Y si bien las emociones pueden entrar en juego en la elección de los alimentos, otro estudio -que no estuvo vinculado con esta investigación- ha encontrado pistas físicas sobre este tema. Se trata de unos investigadores de la Universidad de Leuven, en Bélgica, que encontraron que los alimentos más altos en calorías generan una sensación mayor de bienestar

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Tú, ¿qué comes cuando tu estado de ánimo no está de fiesta? La próxima vez que estés triste o angustiado(a), piensa dos veces antes de abrir el refrigerador. No te dejes llevar por la tentación y busca otra solución para levantar tu estado de ánimo. Hacer ejercicios, encontrarte con amigos o participar en alguna actividad que te agrade puede ser una buena solución, que no ponga en riesgo ni tu salud ni tu figura.

Fuente: VidaySalud