La Navidad es uno de los eventos que marca nuestro fin de año y sin duda, a raíz de la pandemia mundial, 2020, será recordado al menos como un año diferente, complejo en muchos sentidos, pero también como el inicio de cambios y nuevas oportunidades.
Covid – 19 no solo transformó nuestra forma de relacionarnos en el ámbito laboral, económico y social, sino que también en lo sexual. Karina López, licenciada en Psicología Clínica, Educadora Sexual Integral y Terapeuta con perspectiva de Género, explica que “la sexualidad, así como otras áreas de la cotidianeidad, se ha visto afectada por la pandemia, tanto por la limitación de las relaciones sexuales ocasionales, como por la ansiedad y el estrés generado por la crisis sanitaria y que puede que haya afectado el deseo sexual de muchos. Todo lo anterior, ha dado paso a la búsqueda de nuevas alternativas que permiten el despliegue de la sexualidad de una forma más creativa, por ejemplo, a través de la masturbación”.
En ese contexto, los juguetes sexuales han cobrado protagonismo. Geraldine Acevedo, dueña de la cadena Starsex, que también abastece a otras tiendas y vendedores mayoristas y al detalle de juguetes sexuales y cosmética erótica, a través de la tienda online Sex Shop Mayorista confirma este fenómeno mundial: “nuestras ventas online aumentaron en un 200%, lo que es un hito en nuestra industria. Además, en estos meses hemos visto el aumento de interés en informarse acerca de nuestros productos, de cómo funcionan y cómo venderlos. Es por esto que a través de Sex Shop Mayorista, hemos estado generando capacitaciones en línea a cargo de Rosa Veas, Educadora sexual de pares, orientadora en juguetería, cosmética erótica y coordinadora de ventas al detalle de Starsex, enfocadas no solo en cómo vender, sino que también en cómo aportar en educación sexual a nuestros clientes”.
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Entre los productos que se destacan en Starsex y que están saliendo como alternativas de regalo, están los geles estimulantes como Orgasmix o Electroshock de sabores, lubricantes comestibles, anillo vibrador de la marca Starsex, Conejos vibradores, que se hicieron famosos después de aparecer en la serie Sex & The City, fundas para pene con texturas, entre otros productos que se pueden comprar en las tiendas virtuales o presenciales de Starsex en Providencia y Santiago Centro y que cuenta con todos los protocolos exigidos por el Ministerio de Salud.
¿Cómo regalar placer?
La Educadora Sexual Karina López, hace un llamado a normalizar la sexualidad y a verla como parte de una vida saludable y feliz. Por ello, entrega las siguientes recomendaciones para quienes quieren regalar erotismo en estas festividades:
- Las miradas, palabras y el estímulo visual han tomado mayor protagonismo en este tiempo, por eso, quizás una forma de potenciar la sensualidad en pareja es mediante el sexting, es decir, enviarle a la pareja mensajes eróticos o sugerentes vía redes sociales, celular o correo.
- La masturbación y el erotismo virtual han invitado a desplegar otros sentidos y alternativas a la hora de disfrutar del sexo y en este contexto, los sex toys son claves. Por eso, los vibradores resultan una opción ideal para regalar, ya que puedes disfrutarlos solos o en compañía, ya que son beneficiosos para aumentar la intensidad de los orgasmos (tanto en hombres como en mujeres), su uso prolongado aumenta la libido, ayuda a que uno pueda conocerse mejor e identificar cuáles son las zonas erógenas de mayor placer, aumenta la creatividad e imaginación y nos permiten conocer y explorar en mayor profundidad, el terreno sexual.
- Una alternativa de regalo no solo para Navidad sino que para toda la vida y que tiene cero costo, es entregar respeto por los tiempos del otro y las formas de expresión sexual propias y de nuestra pareja. Dejar de lado los prejuicios, las ideas preconcebidas sobre algunas prácticas, son dos formas de dar este importante paso.
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- Otra forma de regalar sexualidad es entender y aceptar que tener sexo no es una obligación, que no siempre se “debe poder” y que existen diversas formas de expresar el erotismo. Todo lo anterior, implica desconstruir el imperio sexista que liga la salud sexual a la cantidad y demandas de encuentros, es decir, a la frecuencia. Calidad no es sinónimo de cantidad.
