Las mujeres nos enfrentamos a agresiones y acoso sexual de forma constante y ni las actrices más famosas se salvan. Natalie Portman habló de cómo se convirtió en una víctima de estos ataques a los 13 años y en qué cambió su vida.
Este fin de semana en la Women’s March de Los Angeles, la actriz narró su primera experiencia en el cine y la forma en la que muchos hombres la sexualizaron, a pesar de ser una niña:
“Algunos llaman a este movimiento “puritano”, a estas personas les quiero decir que el sistema actual es puritano. Quizás los hombres pueden hacer o decir todo lo que quieran, pero las mujeres no.
Dejen que les cuente mi propia experiencia. Cumplí 12 en el set de mi primera película, The Professional, en la que interpreto a una niña que se hace amiga de un asesino con la esperanza de vengar a su familia. El personaje simultáneamente descubre su femineidad, su voz y sus deseos. En ese momento yo también estaba descubriendo mi femineidad, mi voz y mis deseos.
Estaba muy feliz, a los 13 años, cuando la película salió y mi trabajo y mi arte tendrían una respuesta humana. Abrí mi primera carta de un fan solo para leer una fantasía sexual de violación que había escrito un hombre.
Una cuenta regresiva empezó en mi estación local de radio para mi cumpleaños número 18, porque sería legal acostarse conmigo. Los críticos de cine hablaban sobre mi pecho.
Entendí muy rápido, a los 13 años, que si me expresaba sexualmente me sentiría insegura y que los hombres se sentirían con el derecho de cosificarme. Entonces, rechacé todos los papeles que tuvieran escenas de besos y enfaticé lo seria que era. Cultivé un gusto por vestir elegante y una reputación de ser conservadora en un intento de que mi cuerpo estuviera seguro y de que mi voz fuera escuchada.
Sentí la necesidad de cubrir mi cuerpo, inhibir mis expresiones y mi trabajo para enviar el mensaje de que soy alguien digna de respeto.
Un mundo en donde yo pudiera vestirme como quisiera y decir lo que quisiera, sin temer por mi seguridad física o mi reputación, es el mundo en el que los deseos femeninos y la sexualidad podrían tener su mayor expresión. Ese mundo que queremos construir es lo opuesto a puritano”.
Su experiencia responde a la carta de las artistas francesas que se oponen al movimiento Me Too y brinda otra perspectiva delo que significa ser “puritana” en un mundo en donde las mujeres cada mañana nos tomamos un momento para pensar qué prenda podría reducir el riesgo de ser acosadas en la vida pública.
Por: Joanna Gutiérrez, editora de Antes de Eva.
