Por Joanna Wurmann
Ubicado en el barrio de Buena Vista de Miami encontrarás Ostrow Brasserie, un rincón gastronómico que podría ser perfectamente parte de la escena culinaria de París, pero tenemos la suerte que encontró su hogar aquí en el Sur de Florida. Este restaurante ofrece un ambiente y una cocina en la que se mezcla lo tradicional con lo moderno y donde la elegancia francesa se encuentra con la solemnidad de la tradición alimenticia judía.
Ostrow no es uno más de los restaurantes kosher de Miami: representa un desafío culinario sin precedentes en nuestra ciudad. La cocina francesa, conocida por su rica paleta de salsas cremosas y platos a base de carne y vino, parece a primera vista un reto para los rigores de la ley judía de la Kashrut. Pero para la chef Olivia Ostrow, al parecer la imposibilidad de mezclar carne con leche, los altos precios de la carne kosher y la mala fama de los vinos permitidos, son una oportunidad para innovar, reinventado los clásicos franceses, ella ofrece platos que son un tributo a la creatividad y la pasión por la cocina sin sacrificar la calidad, el sabor y con razonables precios.
En la decoración y el ambiente se observa una armonía similar, mezclando aspectos tradicionales con pinceladas contemporáneas. La clientela varía desde los judíos más religiosos hasta jóvenes con vestimentas modernas, congregados en un área donde destaca un arco Art Nouveau. Las paredes, cubierta con una variedad de obras pictóricas, combinan elementos antiguos y actuales, abarcando temas generales y judíos. Detalles encantadores, como un antiguo teléfono o una pequeña arpa, otorgan personalidad al entorno. En el área de comedor, elegantes sillas blancas se disponen junto a elevados taburetes de tonalidad verde en la barra, estableciendo un contraste visual. Todos los comensales, sin importar sus creencias ni su origen, comparten, ambientados por alegres y conocidas canciones que nos mantuvieron cantando durante toda la velada.
Como mencioné antes, para la Chef Olivia, el arte de combinar recetas ha sido un emocionante desafío lleno de creatividad. Entre sus triunfos culinarios, mis platos predilectos brillan con una magia especial. El Gazpacho, una explosión de frescura y sabor, conquista desde el primer sorbo. La ensalada César, reinventada con audacia, sorprende al paladar con su Branzino ahumado, una sublime alternativa al tradicional tocino. Y el Boeuf Bourguignon, una verdadera obra maestra, cocinado con costillas cortas y vino kosher, es simplemente un deleite, cada bocado es un homenaje a la cocina francesa, envuelto en la riqueza y la complejidad de la tradición kosher.
Lo que Ostrow Brasserie logra es más que una experiencia culinaria; es un encuentro de mundos, una celebración de la diversidad y una demostración de que las restricciones, lejos de limitar, pueden ser el trampolín para la innovación y la excelencia. Este restaurante no solo sirve platos, sino que ofrece historias, tradiciones y un pedazo de París en cada bocado, manteniendo siempre viva la esencia de la cocina kosher.
Joanna Wurmann, Corresponsal Miami, Mujer y Punto.
Para más de Miami sígueme en @miamibyjoey
Ostrow Brasserie, 4850 Nw 2nd Ave. www.ostrowbrasserie.com
